Por María Barbón - Portavoz La Voz de los Adoptados
12/02/2010
Hablando con otros adultos adoptados he comprendido que en gran parte de los casos el día de nuestros cumpleaños no es para nosotros un día tan feliz como para el resto de las personas.
A veces, nuestra situación de abandono o adoptabilidad se ha desencadenado en ese momento y al ser conscientes de ello, deja de apetecernos celebrar una fiesta. En nuestra sociedad cuando una persona sufre una pérdida como puede ser un fallecimiento de alguien cercano y llega el día de ese aniversario, se ve correcto llamar por teléfono para mostrar nuestra empatía con ella y hacerle ver que nos acordamos de que este día no debe ser fácil para ella. Dudo que haya alguien en su sano juicio que le llame para cantarle en ese momento "Feliz, feliz en tu día..."
La gran pérdida que hemos sufrido los adoptados al haber sido abandonados ese día, sí es comparable al ejemplo que acabo de poner, hemos perdido para siempre nuestro entorno biológico, sentimos una pérdida de nuestra identidad y de una conexión genética con nuestra familia. Como si fuéramos un árbol sin raices. Cuando le explico esto a alguien no adoptado y que tampoco está dentro del mundo de la adopción, no suele entenderlo, sin embargo para nosotros es muy obvio. Si hay un día al año en el que más dolor sentimos, más pensamos en nuestros orígenes y en nuestra situación es el día del cumpleaños. Como yo nací en el sanatorio de San Ramón, además me enfrento, como muchos otros, a una inquietud más profunda - Seguramente no he nacido ése día - así que añadimos este interrogante a nuestra "mochila" y aprendemos a vivir un día al año pensando interiormente cuando alguien te canta el cumpleaños feliz: "Si supieras que igual no he nacido hoy y que donde yo vine al mundo pudo llegar a ser 'la casa de los horrores', seguramente no te atreverías a felicitarme"...
No se trata de ser maleducados con tus familiares y amigos y rehusar a cogerles el teléfono por mucho que te cueste, en el fondo, y aún sin saber si es el día exacto, nos felicitan por tener un año más. Si nos sentimos con ganas, incluso podemos explicarles lo que significa para nosotros tal día como hoy así estaremos educándoles. Pero echo de menos una llamada de alguien que me diga: "Lamento tu pérdida, sé que es un día delicado para ti y pienso que si hay un día al año en el que tu madre piense en ti y tú en ella, ése es hoy". Tan sólo con esas palabras podría sentirme tan reconfortada... Pero la gente que te rodea sigue sin apreciarlo y sin empatizar o plantearse como un adoptado puede sentirse el día que supuestamente nació. Se ha creado una conciencia social sobre temas peliagudos que antes eran un tabú como la violencia de género, pero aún no hemos subido ese peldaño con respecto a la adopción y seguimos pensando que la vida del niño y su historia comienza el día que conoció a sus padres y le adoptaron ¡Qué suerte!. Eso no es así. Nosotros existimos desde que nuestros padres biológicos nos concibieron, pasando por el día que nacimos y/o nos abandonaron y el día que fuimos adoptados hasta la fecha actual. No sirve de nada que nos endulcen el sentido de celebrar un cumpleaños indicándonos lo divertido que es y que a fin de cuentas, celebramos la vida y que tenemos un año más. Lo mejor en estos casos es ponerte en la situación de la persona, y aunque sea un niño, aportarle una frase reconfortante y de apoyo en lugar de obligarle a hacer lo “normal”, ponerse un gorrito y cantarle “Feliz, feliz en tu día….”
Fuente : http://www.soyadoptado.es/
12/02/2010
Hablando con otros adultos adoptados he comprendido que en gran parte de los casos el día de nuestros cumpleaños no es para nosotros un día tan feliz como para el resto de las personas.
A veces, nuestra situación de abandono o adoptabilidad se ha desencadenado en ese momento y al ser conscientes de ello, deja de apetecernos celebrar una fiesta. En nuestra sociedad cuando una persona sufre una pérdida como puede ser un fallecimiento de alguien cercano y llega el día de ese aniversario, se ve correcto llamar por teléfono para mostrar nuestra empatía con ella y hacerle ver que nos acordamos de que este día no debe ser fácil para ella. Dudo que haya alguien en su sano juicio que le llame para cantarle en ese momento "Feliz, feliz en tu día..."
La gran pérdida que hemos sufrido los adoptados al haber sido abandonados ese día, sí es comparable al ejemplo que acabo de poner, hemos perdido para siempre nuestro entorno biológico, sentimos una pérdida de nuestra identidad y de una conexión genética con nuestra familia. Como si fuéramos un árbol sin raices. Cuando le explico esto a alguien no adoptado y que tampoco está dentro del mundo de la adopción, no suele entenderlo, sin embargo para nosotros es muy obvio. Si hay un día al año en el que más dolor sentimos, más pensamos en nuestros orígenes y en nuestra situación es el día del cumpleaños. Como yo nací en el sanatorio de San Ramón, además me enfrento, como muchos otros, a una inquietud más profunda - Seguramente no he nacido ése día - así que añadimos este interrogante a nuestra "mochila" y aprendemos a vivir un día al año pensando interiormente cuando alguien te canta el cumpleaños feliz: "Si supieras que igual no he nacido hoy y que donde yo vine al mundo pudo llegar a ser 'la casa de los horrores', seguramente no te atreverías a felicitarme"...
No se trata de ser maleducados con tus familiares y amigos y rehusar a cogerles el teléfono por mucho que te cueste, en el fondo, y aún sin saber si es el día exacto, nos felicitan por tener un año más. Si nos sentimos con ganas, incluso podemos explicarles lo que significa para nosotros tal día como hoy así estaremos educándoles. Pero echo de menos una llamada de alguien que me diga: "Lamento tu pérdida, sé que es un día delicado para ti y pienso que si hay un día al año en el que tu madre piense en ti y tú en ella, ése es hoy". Tan sólo con esas palabras podría sentirme tan reconfortada... Pero la gente que te rodea sigue sin apreciarlo y sin empatizar o plantearse como un adoptado puede sentirse el día que supuestamente nació. Se ha creado una conciencia social sobre temas peliagudos que antes eran un tabú como la violencia de género, pero aún no hemos subido ese peldaño con respecto a la adopción y seguimos pensando que la vida del niño y su historia comienza el día que conoció a sus padres y le adoptaron ¡Qué suerte!. Eso no es así. Nosotros existimos desde que nuestros padres biológicos nos concibieron, pasando por el día que nacimos y/o nos abandonaron y el día que fuimos adoptados hasta la fecha actual. No sirve de nada que nos endulcen el sentido de celebrar un cumpleaños indicándonos lo divertido que es y que a fin de cuentas, celebramos la vida y que tenemos un año más. Lo mejor en estos casos es ponerte en la situación de la persona, y aunque sea un niño, aportarle una frase reconfortante y de apoyo en lugar de obligarle a hacer lo “normal”, ponerse un gorrito y cantarle “Feliz, feliz en tu día….”
Fuente : http://www.soyadoptado.es/
Comentarios
PD: A mi me importa mas que la gente que verdaderamente me quiere me felicite el dia de mi cumpleaños y mis padres casi nunca lo hicierón y no por eso soy menos feliz.
Entiendo que para estos niños que hoy saben lo que pasó sea un gran trauma porque ellos no tienen la culpa de lo que les pasó pero tampoco sus padres adoptivos a quienes también engañaron.
No creo que sea ingratitud hacia sus padres adoptivos pero un poquito de amargura por lo que pudo ser su vida y no fue.
Se que tu hija es muy feliz con vosotros, Manolo, no hay más que verla con vosotros. Es linda y espabilada y se que es la niña de vuestros ojos y con razón.
Un abrazo y gracias por pasarte por aquí.
Por cierto, mañana nos vemos. Hasta pronto.