Jill Newcombe-Buley ha sido condenada a cuatro años de cárcel. Foto: Dailymail.co.uk
Jill Newcombe-Buley, científica y madre de tres niños adoptados, ha sido condenada a cuatro años de cárcel por maltratar a sus hijos durante años. Ha admitido 15 cargos de abuso y de abandono infantil. El caso salió a la luz cuando el hijo mayor la denunció. El marido ha sido declarado culpable de tres cargos de abandono, pero ha quedado libre después de que el juez aceptara que no participó en los abusos.
El doctor Nicholas Newcombe y su mujer, la también doctora Jill Newcombe-Buley, ambos científicos, disfrutaban aparentemente de una idílica vida en Cheshire, Inglaterra, con sus tres hijos adoptados. Para amigos y vecinos eran el ejemplo de familia de clase media respetable. Pero detrás de esa fachada se escondía una realidad de abuso y maltrato a los tres niños, según publica el periódico británico Daily Mail.
En el Tribunal de la ciudad de Liverpool donde se ve el caso se ha sabido que la doctora Newcombe-Buley no sólo propinaba bofetadas y puñetazos a los dos niños y una niña que había adoptado, sino que también les trató de asfixiar para tratar de corregir su comportamiento. Sus métodos iban desde el insulto a golpearles con tacones de aguja y, en una ocasión, abrió la cabeza al hijo mayor con un cubo de basura.
También metió las cabezas de los niños en agua helada como castigo y, en una disputa sobre la hora de acostarse, trató de ahogar a la niña con una almohada hasta que la pequeña se desmayó.
El caso se ha conocido ahora, después de ocho años de maltratos y abusos, cuando el hijo mayor encontró el valor suficiente para ir a la policía.
Familia modélica, en apariencia
Los Newcombe se conocieron en la universidad cuando ambos estudiaban un doctorado en Química. Se casaron en 1994, pero no pudieron tener hijos y decidieron adoptarlos. En 1999, les ofrecieron tres niños, dos niños y una niña (de los cuales, los más jóvenes nacieron con adición a la metadona porque su madre era drogadicta) para adoptar.
El juez ha indicado en su sentencia que los trabajadores sociales los vieron como la perfecta pareja para adoptar a los niños en 1999."Era una pareja inteligente con una buena educación e ingresos, la situación perfecta". Y parecía que podían hacerse cargo de los niños.
Se hicieron cargo de los niños y Jill dejó su trabajo en una farmacéutica para convertirse en madre y ama de casa a tiempo completo. Pero con su marido trabajando largas jornadas, ella trató de corregir el comportamiento de los niños sola.
En vez de pedir ayuda, la doctora comenzó a pegar y castigar a sus hijos. Según su abogado, su condición de hija única y el no haber tenido hijos propios afectaron a su capacidad para lidiar con los niños.
"Ningún niño debe ser sometido a puñetazos y bofetadas y a simulaciones de ahogamiento. Se les hundió en agua fría, y tuvieron que luchar para tratar de mantenerse con vida. Fue un crueldad extrema durante un período prolongado de tiempo", ha añadido el juez.
"La lealtad de Nicholas Newcombe a su mujer superó su deber de protección a sus hijos. Les abandonó terriblemente". Sin embargo, ha indicado que los niños aún le guardan afecto, pero se encuentran a cargo de otros cuidadores.Fuente: http://www.telecinco.es/informativos/sociedad/noticia/100028804/Condenada+a+cuatro+ano+de+carcel+un+madre+que+maltrataba+a+sus+hijos+adoptados
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