El director general de Familia de la Junta hizo ayer un llamamiento para que más ciudadanos se animen a participar en el programa
La Escuela de Arte acogió ayer el encuentro de familias de acogida. :: MANUEL PODIO
Hay gente que, a priori, no espera recibir y se conforma con dar. Es el caso de las familias que tienen a niños en acogida, un colectivo «imprescindible» y todavía no lo suficientemente numeroso, según expuso ayer en Albacete el director general de Familia de la Junta de Comunidades, Hugo Muñoz, quien hizo un llamamiento para que más ciudadanos se animen a compartir su hogar con pequeños a partir de 0 años, proporcionándoles el entorno de cariño que necesitan durante un tiempo, hasta que regresan con sus padres o son adoptados.
La Escuela de Arte acogió ayer el encuentro de familias de acogida. :: MANUEL PODIO
Hay gente que, a priori, no espera recibir y se conforma con dar. Es el caso de las familias que tienen a niños en acogida, un colectivo «imprescindible» y todavía no lo suficientemente numeroso, según expuso ayer en Albacete el director general de Familia de la Junta de Comunidades, Hugo Muñoz, quien hizo un llamamiento para que más ciudadanos se animen a compartir su hogar con pequeños a partir de 0 años, proporcionándoles el entorno de cariño que necesitan durante un tiempo, hasta que regresan con sus padres o son adoptados.
Coincidiendo con la celebración, en la Escuela de Arte, del Encuentro de Familias Acogedoras 2010, organizado por la Delegación Provincial de Salud y Bienestar Social, Muñoz expuso que, en Albacete, hay 181 niños que viven con familias de acogida, con un total de 21 acogimientos en lo que va de año. En toda Castilla-La Mancha hay 675 menores en esta situación, y se han contabilizado 115 acogimientos en el mismo periodo, una cifra que iguala a la de acogimientos residenciales.
Alternativa
Para invertir esta tendencia, el representante del Gobierno regional pidió que más familias se animen a dar una alternativa a los niños tutelados, más allá de las posibilidades que ofrecen los centros dependientes de servicios sociales.
En este sentido, comentó que el 80% de los niños en acogida familiar «experimentan cambios favorables», y señaló que cualquier familia, «no necesariamente tradicional sino también monoparental o monomarental» pueden dirigirse a la Delegación de Salud y Bienestar Social para informarse sobre el programa.
El único requisito es obtener una valoración idónea, siguiendo un proceso que incluye formación específica, orientación y asesoramiento y también una compensación económica por gastos de cuidado y atención, «procurando así que la capacidad adquisitiva de la familia acogedora no se vea perjudicada».
Una vez superados los trámites, la familia que se ofrece «entra en bolsa», a la espera de que su labor sea necesaria.
Según afirmó Hugo Muñoz, en Castilla-La Mancha hay disponibles unas 125 familias 'ajenas' -25 en Albacete-, ya que el acogimiento también puede darse con la familia 'extensa', es decir, con familiares directos de los niños como abuelos o tíos.
El representante de la Junta de Comunidades señaló que las personas que forman parte del programa dan sentido a palabras como «respeto, compromiso o solidaridad», realizando un trabajo «increíble». Por su parte, la delegada provincial de Salud y Bienestar Social, Angelina Martínez, hizo alusión al lugar en el que se celebró la jornada de convivencia, la Escuela de Arte de Albacete, explicando que el acogimiento familiar «es un arte en el que los materiales que se utilizan son el amor y la ternura».
Una tarea compleja
Añadió, a este respecto, que «el arte de acoger es delicado, difícil y complejo, y no todos pueden hacerlo, de la misma manera que no todos podemos ser artistas».
La actividad de ayer, en la que tomaron parte más de veinte familias, los niños y los propios alumnos de la Escuela, que actuaron como anfitriones, se concibió desde un punto de vista «creativo y artístico, que deje huella», para lo cual se organizaron diversas actividades en donde tuvieron un papel relevante la pintura y la escultura.
Así, después de un desayuno para grandes y pequeños, todos los participantes se repartieron para dar forma a obras de arte inspiradas en el lema de la jornada, '¿Qué nos sugiere el acogimiento familiar?'. También hubo juegos, hinchables y talleres de maquillaje y globoflexia, dentro de un programa que según indicó el director de la Escuela de Arte, José Antonio Ruescas, se enmarca dentro de la vocación del centro de «abrirse» a la sociedad.
Juan Carlos y Sacri fueron una de las parejas que asistieron al encuentro. Ellos tienen una hija de 26 años y, hace casi una década, se ofrecieron para ser familia de acogida: «Lo que más te repite la gente es que no podrían hacer lo mismo que nosotros; te dicen '¿qué pasará cuando os lo quiten?', pero yo me pregunto, si nadie se lanza, ¿ellos qué?, ¿qué pasa con los niños?».
En este tiempo, esta pareja albaceteña ha abierto las puertas de su casa a dos pequeños. El primero ya no vive con ellos y Sacri reconoce que la separación es muy dura. Sin embargo, está convencida de que esto no puede ser un obstáculo para no seguir en una tarea que es diferente a la de las familias que quieren adoptar.
Mar Montalbán, alumna de la Escuela de Arte y que está en acogida, lo tenía claro: «la única diferencia es que mi hermana creció en la barriga de mi madre y yo crecí en su corazón». Y es que, según su testimonio, uno se da cuenta de que «hay sitio para querer a muchas personas».
fUENTE: http://www.laverdad.es/albacete/v/20101017/albacete/provincia-albacete-ninos-viven-20101017.html
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