El Servicio Jesuita de Refugiados y Migrantes denuncia que en la frontera entre República Dominicana y Haití hay una red de venta de niños haitianos para supuesta adopción, pero que en realidad terminan siendo víctimas del tráfico de órganos, cuyas transacciones oscilan entre los 20 mil y dos millones de pesos.
Según un informe presentado por esta organización, los haitianos que cruzan la frontera y traen los infantes desde su país, pagan entre dos y nueve mil pesos para sobornar a autoridades de ambas nacionaes, que se prestan para facilitar este comercio.
A juicio de los investigadores, esta situación se agudizó después del terremoto que sacudió Haití el pasado 12 de enero, y que dejó cerca de 300 mil personas muertas y más de 1 millón de damnificados.
Según el estudio de la entidad, el tráfico y trata de personas ha aumentado considerablemente a raíz del terremoto y revela que, a partir de febrero de este año se registraron más de 60 casos solo desde la localidad de Ouanaminthe.
LAS AUTORIDADES
Miguel Román, subdirector de Migración de República Dominicana, reconoció que existe una corresponsabilidad compartida con el problema de los Estados receptores y emisores, organizaciones sin fines de lucro y actores involucrados.
Precisó que la falta de información para los trámites migratorios es uno de los problemas que deben enfrenarse de manera conjunta y sostuvo que han agilizado los trámites para la regularización de los ciudadanos haitianos, lo que le ha generado un incremento de 6,000 a 17,000 que residen legalmente en el país, aunque manifestó que los rechazados han sido más.
Además, dijo que han entregado carnet a cerca de 15,000 estudiantes haitianos que viven en el país y a más de 10,000 trabajadores en ingenios en el país.
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