Los cambios en la adopción también han modificado el perfil medio de quien quiere adoptar. Hace 20 años, según el IASS, los padres adoptantes eran parejas sin hijos. Mientras que en la última década, "la mayor parte de los solicitantes son familias ya formadas, con hijos, que quieren ayudar", explica José Manuel Casión, jefe del Servicio de Protección a la Infancia del IASS. "Una adopción es un paso irreversible, es para siempre, y por eso somos muy rigurosos en buscar la idoneidad de las familias. No queremos que las peticiones estén basadas exclusivamente en la solidaridad, ante todo tiene que haber un deseo de ser padres y deben entender que el programa de adopción no busca un hijo para una familia: todo lo contrario, nuestro objetivo es encontrar una familia para un niño con toda una serie de necesidades por cubrir", insiste.
El proceso para las familias empieza en el Departamento de Servicios Sociales del Gobierno de Aragón, con reuniones informativas. Desde el IASS se dan cursos de formación, se hacen estudios de valoración de idoneidad, se les entrega documentación y, finalmente, el formulario para hacer formal la solicitud. Una vez se tiene el certificado de idoneidad el siguiente paso es esperar a que pueda haber un niño, situación que no siempre se da puesto que los perfiles y las necesidades a cubrir no siempre coinciden. Además, de forma previa a la adopción definitiva hay una convivencia de un año en acogimiento.
Fuente: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=614674
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