Washington — Tanto la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño como el Convenio de La Haya relativo a la Protección del Niño y a la Cooperación en materia de Adopción Internacional reconocen el derecho de los niños a vivir en un clima de amor, y en ese contexto Estados Unidos considera la adopción entre países como “una importante opción para los niños necesitados”, dijo Michele Bond, vicesecretaria adjunta de Estado para asuntos consulares, el 20 de noviembre, Día Internacional de la Adopción.
Estados Unidos se sumó a más de otros 75 países como parte del Convenio de La Haya en abril de 2008. El convenio establece las normas y procedimientos mínimos para las adopciones internacionales y pretende proporcionar mayor protección a los niños, los padres biológicos y los padres adoptivos de ser explotados.
“Estados Unidos está comprometido a asegurar que todas las adopciones internacionales con destino a Estados Unidos o en Estados Unidos protegen los derechos fundamentales de cada niño y evitan el rapto, la venta o la trata de niños”, dijo Bond.
Las familias estadounidenses que desean adoptar son investigadas exhaustivamente, dijo Thomas DiFilippo, presidente del Consejo Conjunto de Servicios Infantiles Internacionales.
“Los trabajadores sociales evalúan la idoneidad de la familia, el estado en el que residen y tienen que dar su aprobación; y luego el gobierno de Estados Unidos tiene que dar su aprobación, puede llegar a ser un proceso de más de un año de duración”, comentó. “La cantidad de documentación que hay que tramitar es considerable: comprobación de huellas dactilares por parte del FBI; investigaciones sobre abuso y negligencia de menores tanto a nivel estatal como federal”.
Los posibles padres también tienen bastante trabajo que hacer, dijo Sarah Mraz, directora de programas para la organización sin fines de lucro Wide Horizons for Children (Amplios Horizontes para los Niños- WHC), la agencia de adopción más grande de la región nordeste de Estados Unidos. “Se le pregunta sobre el resto de la familia, la comunidad y el sistema escolar. ¿Cómo va usted a crear un entorno en el que el niño pueda desarrollarse? Parte del desafío para la familia en el proceso de aprobación es establecer una red de apoyo que puedan tener para sus niños y el acceso de los niños a la misma”, explicó.
“Nuestras normas son las mismas para todas las familias, ya sean de un país miembro del convenio de La Haya o no”, dijo Kathleen Kukielka de la Sociedad de Hogares para Niños y Servicios Familiares (Children’s Home Society & Family Services - CHSFS). Según el convenio, la adopción en el país de origen del niño es preferible en los casos en que es imposible para los niños quedarse en la familia en que nacieron.
“Evidentemente, esa es la meta que todos tenemos: que el niño tenga una familia permanente en lo que sea posible y que sea en el país en el que nació”, expresó Mraz. “Sólo cuando no es posible nos dirigimos a la adopción internacional”
La adopción “no es para los padres estadounidenses que desean un hijo, siempre tiene que ser en el mejor interés del niño”, recalcó.
LA ADOPCIÓN DURA TODA LA VIDA
Todos los niños adoptados en Estados Unidos saben que lo son. “Muchas familias desean integrar la cultura del niño a la suya, y como agencia consideramos que es un aspecto importante para la identidad del niño”, dijo Debbie Mansfield, vicedirectora de programas en WHC. “Facilitamos muchas actividades, campamentos culturales, lugares en los que las familias pueden reunirse. Aunque sea incluso solo un acto social, generalmente tenemos alguna actividad cultural que les enseña a los niños algo sobre sus culturas”.
Internet ha sido una gran ayuda para las familias adoptivas, indicó. “Ahora las familias se conectan en redes, tienen grupos de Yahoo y charlas electrónicas”, comentó. “Los niños tienen una red de apoyo de otras familias con las mismas historias y antecedentes”.
La mayoría de las familias que desean adoptar intentan recabar ayuda de las agencias de adopción privadas, que en su mayor parte no tienen fines de lucro e incluso recaudan fondos para ayudar a los padres adoptivos con los gastos de los llamados “niños en espera”, es decir niños que son algo mayores o que tienen necesidades especiales o que son parte de un grupo de hermanos.
Kukielka indicó que su organización sin fines de lucro proporciona servicios de adopción a las familias adoptivas no sólo antes y durante la adopción, sino también después, “puesto que la adopción es para toda la vida”. CHSFS asistió en la adopción por padres estadounidenses de 645 niños de 12 países en 2008.
“Los servicios tras la adopción incluyen diversas actividades culturales, talleres educativos para los padres, los adoptados y los hermanos, seminarios en la web, servicios de intermediarios para localizar a las familias naturales, y oportunidades para que los adoptados y sus familias adoptivas viajen, diseñados para ayudar a cada individuo y el resto de sus familias a conectar con la historia y la cultura personales”, dijo.
La situación ideal es que exista una red para que los niños adoptados “crezcan alrededor de otros niños de Etiopía que se parezcan a ellos o entre niños colombianos que se parezcan a ellos”, dijo Mraz.
Las investigaciones muestran que cuando los niños adoptados crecen “cuanto más conozcan su identidad, patrimonio y cultura y de donde vinieron y por qué, más éxito tendrán y mayor confianza en sí mismos”, manifestó.
Para más información véase “Informe revela que niños adoptados internacionalmente prosperan”.
(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://www.america.gov/esp )
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