Artículo publicado por José Luis Gonzalo, psicólogo clínico y que me parece muy interesante, como todo lo que publica : http://joseluisgonzalo.blogspot.com/2009/11/como-hablar-con-los-ninos-sobre.html
Esta entrada que estoy escribiendo la redacto después de haber navegado por Internet y haber descubierto unos cuantos sitios interesantes sobre niños y sexualidad, y tras reflexionar sobre mis lecturas y práctica profesional.
Todos los expertos en este tema coinciden en estos puntos importantes:
- Es bueno empezar a hablar de sexo desde el principio. Los niños tienen diferentes preguntas y vivencias según la edad evolutiva por la que atraviesan. Ahora bien, si nunca se ha hablado, no importa, se puede hacer en cualquier momento. Los momentos que se elijan son importantes, pudiéndose aprovechar oportunidades que surjan en el día a día, creando un clima propicio de confianza donde el niño se atreva a preguntar. El momento tiene que ser tranquilo y relajado.
Esta entrada que estoy escribiendo la redacto después de haber navegado por Internet y haber descubierto unos cuantos sitios interesantes sobre niños y sexualidad, y tras reflexionar sobre mis lecturas y práctica profesional.
En este tema, lo primero que tenemos que tener presente es que, aunque creamos que hablar de sexualidad con niños y adolescentes es un tema superado, lo cierto es que no. Los jóvenes todavía siguen recurriendo a amigos, internet o revistas para informarse. En casa, en general, a los padres les sigue dando recelo este tema y lo evitan o lo abordan de manera insuficiente. No es sólo algo que hemos vivido los que tenemos más de cuarenta años (que, en los años de la transición, con el aperturismo en este tema, esperábamos con expectación las charlas que el fraile del colegio nos iba a impartir), sino que los jóvenes de ahora, muchos de ellos, comentan que en su casa no se habla o se habla poco. Esta parece ser la realidad.
Las razones de esto, según lo que yo he indagado, estriban en que a los padres les asusta descubrir que su hijo es un ser sexual. Que tiene instinto sexual. Es como si descubrieran que ya no es su pequeño o pequeña. Es verdad que esto pesa más sobre las niñas que sobre los niños, por razones de diferentes creencias, actitudes y estereotipos, falsas, sobre las expectativas de conducta según el género. También les incomoda a los padres responder a cuestiones que no saben muy bien cómo atacar. No pasa nada, es normal no poder saberlo todo, pero tampoco el niño lo necesita desde el principio sino darle las respuestas acordes con su edad, con lo que vive en ese momento y con lo que necesite saber.
Por ello, hay que tratar de tranquilizarse y verlo como algo natural, pues si el niño percibe que en casa no se puede hablar, buscará la información fuera. Y esto no es conveniente porque, a veces, las fuentes no son las más adecuadas.
Todos los expertos en este tema coinciden en estos puntos importantes:
- Es bueno empezar a hablar de sexo desde el principio. Los niños tienen diferentes preguntas y vivencias según la edad evolutiva por la que atraviesan. Ahora bien, si nunca se ha hablado, no importa, se puede hacer en cualquier momento. Los momentos que se elijan son importantes, pudiéndose aprovechar oportunidades que surjan en el día a día, creando un clima propicio de confianza donde el niño se atreva a preguntar. El momento tiene que ser tranquilo y relajado.
- Los niños son seres sexuales desde que nacen. Descubren sus genitales cuando comienzan la etapa de exploración de su cuerpo como un órgano más. Además, desde el principio, saben que cuando se limpia esa zona las sensaciones son placenteras. Por ello, hay que desterrar el mito de que un niño no tiene sexualidad. Lo que hay que hacer es percibirlo como algo normal, forma parte de la existencia, con naturalidad.
- Hablar sobre sexualidad con los niños previene que estos sean abusados. Esto les ayuda a conocerse y respetarse y respetar.
- No por hablar de sexo con los niños les vamos a incitar a que se desboquen en este tema: al contrario, les haremos más seguros sobre el particular.
- También hay que tratar este tema con niños que presenten retraso mental u otras patologías físicas o psíquicas, pues son niños como los demás con las mismas curiosidades, deseo de saber y con vivencias similares. Esto que parece obvio, para algunos padres no lo es tanto.
No voy a exponer de qué hablar con los niños según las edades. Para ello he encontrado una página web muy adecuada que ya lo hace (y muy bien, por cierto, es la que más me ha gustado de todas) cuyo enlace os pongo a continuación:
Insistiré en dos puntos que me parecen necesarios y que he comprobado que no se tienen en cuenta como algo importante, a mi juicio al menos.
Parece que las charlas o talleres en los institutos sobre sexualidad, en la adolescencia, se centran más en aspectos fisiológicos y de técnica sexual (que no decimos no sea necesario) pero se obvia y se pasa por alto la transmisión de los aspectos afectivos de la sexualidad. El sexo como instrumento de la expresión del amor y el cariño que se siente por una persona, ha quedado un tanto relegado. Y el sexo como comunicación y unión entre dos seres que han establecido un vínculo, también. De todo esto se habla menos con los jóvenes de tal suerte que creo se banaliza la sexualidad. El integrar la sexualidad dentro del mundo afectivo de los jóvenes favorece una cultura de respeto y de buen trato entre ellos y no convierte a la sexualidad en algo de usar y tirar, incluso que pueda ser instrumentalizado para fastidiar o dañar al otro (“Como le has mirado y sonreído a esa chica, te gusta; ahora me ligo yo con otro chico, me vengo” – me contó una joven que eso le dijo a su novio tras discutir)
Hay que hacer vivir al niño la sexualidad dentro de un modelo de buenos tratos. Creo que de esto hay que hablar con los niños. Promover una sexualidad imbricada en el cariño, respeto, afecto y nunca como algo a usar para ir contra alguien o tratar mal a alguien. Para ello, es importante que en casa se pongan unos límites –cada familia pone los que cree que son cómodos, pero límites debe haber; no todo vale- de respeto al cuerpo y a la persona. No puede ser que haya niños que humillen a niñas bajándoles las faldas en público (lo he leído en prensa hace dos semanas) Esto denota una falta de límites (probablemente en su familia) y una transmisión machista de la sexualidad y de la mujer como objeto aún no superadas, algo que la sociedad a través de la publicidad transmite una y otra vez. De ahí lo de la importancia de los límites también en el área de la sexualidad: respeto a las partes privadas, a los genitales y a lo que quiero y no quiero. Si los niños saben que son zonas íntimas y las viven como suyas, no permitirán que otros las puedan tocar o exponer, evitando los abusos. Y aprenderán que deben respetar las partes privadas de los demás (Por cierto, que dicen los expertos que conviene llamarles por su nombre normal; por ejemplo, vagina y no potota, por ejemplo. Cuando se habla de los ojos no se usa una palabra extraña, por lo tanto no usar nombres raros para referirse a los genitales)
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