Portadas de algunos cuentos sobre la espina bífida, la sordera, el autismo y el síndrome de Down
Las asociaciones de personas con discapacidad piden más visibilidad para que los niños acudan con normalidad al colegio común adaptado a sus necesidades,
El caso de la niña de cuatro años diabética en A Valenzá (Ourense) que tiene problemas de escolarización por su enfermedad ha puesto sobre la mesa el problema que tienen casi seis mil niños en Galicia que, con alguna discapacidad, acuden a la escuela general.
La integración de todos los críos es un proceso imparable que se ha conseguido gracias al esfuerzo denodado de los padres y cierta sensibilidad de la Administración. Aún quedan muchísimas trabas para conseguir la normalización en este campo, pero ya no hay marcha atrás. Una de las últimas tendencias es la publicación de cuentos en los que se habla de una discapacidad de tal modo que los niños, los compañeros y amigos del enfermo, entiendan al afectado.
Los últimos en sumarse a esta larga colección de títulos son Los zapatos de Marta y Pepe Lino y sus colegas, ambos dedicados a la enfermedad de la espina bífida, una dolencia incurable que no impide a la mayor parte de quienes la padecen llevar una vida normal. Pero hay una larga lista de cuentos sobre niños con síndrome de Down, sordera, autismo, ceguera... en los que aparece algún personaje con el problema y ofrece información sobre la dolencia y, sobre todo, explica lo mucho que puede hacer quien la padece. Es una labor de concienciación que va en la misma línea de otras iniciativas, como la película Yo también, que protagoniza Pablo Pineda, un actor con síndrome de Down: la visibilidad de un grupo de población que si bien tiene alguna discapacidad también puede aportar muchas cosas.
Carmen Vilaboa, portavoz de Asem, la asociación gallega de enfermos neuromusculares, cree que esa es la clave: «Hay que conocer la discapacidad para poder trabajar con la capacidad».
Esta pontevedresa tiene claro que todavía faltan muchas cosas para que la escuela sea realmente integradora: «Hay que poner los medios, pero sobre todo conservarlos. Eso supone tener personal formado, aulas de atención, ayuda técnica, transporte adaptado, ausencia de barreras...».
Más abandono escolar
Vilaboa cree que la crisis económica les está dando de lleno, ya que la Administración es este año más reacia que en otras ocasiones a invertir en estos capítulos y apunta hacia dónde lleva eso: «Si el abandono escolar general está en el 30%, en las personas con discapacidad está en el 51%». Es decir, «estos niños parten con una desventaja para su futuro laboral», cuando podrían tener el mismo potencial que cualquier otro -es el caso de los niños con problemas de movilidad, por ejemplo-.
Lo mismo piensa José Ángel Abraldes, director del Centro de Recursos Educativos de la ONCE y ciego. Para Abraldes el papel de estos cuentos es fundamental en tanto da visibilidad al colectivo de personas con discapacidad, algo que en la ONCE se nota menos porque «España tiene una tradición educativa de los ciegos de 66 años», lo que les ha permitido integrarse social y, sobre todo, laboralmente.
En cuanto a la integración en la escuela, Abraldes considera que debe mejorarse la atención a los niños en el recreo y vigilar que las nuevas tecnologías no los dejen de lado, especialmente a los ciegos: «El uso de pantallas es cada vez más frecuente y hasta los profesores preparan sus clases en función de la informática» y eso puede dejar relegado al colectivo ciego.
Fuente : http://www.lavozdegalicia.es/sociedad/2009/11/16/0003_8109738.htm
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