La ocupación de plazas es total en todos los servicios que ofrece la asociación de padres Apnaba
TANIA AGÚNDEZ | BADAJOZDos niños realizan diferentes actividades con una monitora y el director del centro educativo de Apnaba. / CASIMIRO MORENO
Era el año 86 cuando Román Robles notó algo extraño en su hijo. Lloraba y reía sin sentido y no reaccionaba a las caricias de su padre, pero lo peor fue que por aquel entonces ningún pediatra supo decirle qué le sucedía. Tardaron cuatro años hasta que le diagnosticaron autismo. Hoy este niño ha crecido, tiene 23 años y ocupa una de las once plazas de la residencia para adultos que se ubica en la Asociación de Padres de Niños Autistas de Badajoz (Apnaba : http://www.apnaba.org/). «Fue un suplicio de idas y venidas de un lado a otro buscando respuestas, hasta que nos dijeron qué le pasaba. Fue un tiempo perdido que no pudimos recuperar para su tratamiento», explica Román.
En la actualidad cada vez son más los niños que padecen lo que técnicamente se denomina TEA (Trastorno del Espectro Autista). En los últimos años se ha incrementado considerablemente el número de casos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) si en el 2000 de cada 10.000 nacimientos uno presentaba esta discapacidad, en el 2009 afecta a uno de cada 150. «La incidencia es mucho mayor y las listas de espera para diagnóstico son mucho más grandes que hace unos años. En estos momentos se están haciendo en torno a dos y tres diagnósticos diarios», explica Francisco Estévez, director del centro educativo específico de Apnaba.
Dicha asociación tiene como objetivo defender los derechos de las personas que padecen este trastorno y promover su tratamiento, reeducación, desarrollo y plena integración social. Todos los servicios que agrupa están al límite, es decir, la ocupación de plazas es total. «Estamos abarrotados». Estévez aún recuerda el día que llegó a esta organización hace 13 años. Entonces atendían a nueve niños. «Hubo un momento en el que pensamos que íbamos a tener que cerrar», revela. Sin embargo, hoy 139 personas, entre niños y adultos, se benefician de las prestaciones que ofrecen.
Respecto a las causas que han podido motivar este incremento de casos de niños que presentan características que entran en el espectro autista, los expertos no lo tienen nada claro. Es cierto que ha influido de una manera importante los avances para realizar un mejor diagnóstico y la existencia de una mejor coordinación entre el colectivo clínico y los profesionales que tratan este trastorno. «Pero esto no es suficiente para explicar esta tendencia. Está claro que los pediatras están más atentos y mejor formados y nos llegan cada vez más chicos derivados de ellos. Pero sin saber la etiología de este trastorno, es decir, la causa, es imposible saber qué genera ese aumento», explica Estévez.
Otro edificio
Ante esta evolución al alza de casos, tanto el equipo directivo de Apnaba como los padres de los niños autistas destacan la necesidad de disponer de un nuevo edificio para solventar los problemas de espacio que ya se comienzan a dar. «Las instalaciones actuales tenían unas previsiones, pero ya se nos han quedado pequeñas. Por ello, nuestra proyección de futuro es la construcción de un nuevo inmueble», indica Pilar Dávila, directora gerente de esta institución.
Hace cinco años la Diputación de Badajoz les cedió un terreno de 2.165 metros cuadrados situado entre las calles Arturo Barea y Antonio Martínez Virel. En esta parcela la Obra Social Caja Badajoz tenía previsto levantar un nuevo emplazamiento, pero actualmente el asunto está paralizado a causa del difícil momento económico. «Existe un compromiso por parte de Caja Badajoz y la Junta de Extremadura, que es la que financia este servicio. Por eso confiamos en que finalmente hagan todo lo posible por cubrir nuestras necesidades», manifiesta Dávila.
Dividir a los usuarios
Si finalmente se construye ese nuevo edificio, el objetivo de los representantes de esta asociación es que albergue el centro de día y la residencia para adultos gravemente afectados. «Así, el resto de prestaciones como atención temprana, habilitación funcional y el centro educativo se podrían quedar en el actual emplazamiento, porque son niños que no tienen alteraciones tan profundas».
Sin embargo, según apunta la directora, la intención de la Administración regional es, hasta el momento, trasladar todos los servicios de un emplazamiento a otro. «Haciendo eso nos quedaríamos como estamos porque el espacio es más o menos el mismo del que disponemos ahora».
Aunque aún falta por determinar qué instalaciones son las que se van a situar en el nuevo centro, el proyecto inicial contemplaba albergar una piscina climatizada y un pequeño invernadero, «ya que son actividades terapéuticas muy positivas para los usuarios».
Diferentes necesidades
Apnaba ofrece diferentes servicios según las necesidades de cada persona. El centro de día está dirigido a mayores de 16 años. Actualmente atienden a 14 jóvenes, pero la idea es duplicar la capacidad cuando se construyan las nuevas instalaciones. De manera complementaria existe la residencia-hogar, que está completa con 11 usuarios, aunque la intención en un futuro es tener como mínimo 30 plazas.
Funciona las 24 horas todos los días del año y está dirigida a personas con autismo gravemente afectadas. Para los pacientes con edades comprendidas entre los 3 y los 16 años, se dispone de un centro educativo en el trabajan con 38 chavales. De la atención temprana se benefician 40 niños y la habilitación funcional ayuda a otros 36. Este último servicio está dirigido a usuarios que están diagnosticados con un TEA, pero se encuentran escolarizados en centros ordinarios. Se trata de una labor de refuerzo.
Fuente : http://www.hoy.es/20091109/badajoz/aumento-ninos-autistas-urge-20091109.html
Fuente : http://www.hoy.es/20091109/badajoz/aumento-ninos-autistas-urge-20091109.html
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