Un grupo de alumnos de Escolapias durante la teatralización de una lectura realizada el pasado viernes en el Casino de Soria.. S. L./Heraldo
En los últimos 20 años la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño se ha convertido en el tratado más ratificado y bendecido por la comunidad internacional; 193 países han estampado su firma sobre un documento signado en 1989 que convierte a la libertad y el bienestar de los menores en el primer mandamiento para todos los gobiernos del mundo. Dos décadas con luces y sombras, con logros relevantes y fracasos estrepitosos que se cuentan en millones de vidas pequeñas truncadas. "Es mucho lo que queda por hacer para que su espíritu y su letra se conviertan en una realidad sin restricciones para todos los niños del mundo", recordó la Reina al presentar la edición española del informe conmemorativo de unicef.
Hay cifras para medir la cara y la cruz de los esfuerzos internacionales en defensa de la infancia. Desde 1990 el número de defunciones anuales de menores de 5 años ha bajado de 12,5 a 9 millones. La escolarización avanza a buen ritmo; hoy el 84%de los pequeños en edad de estudiar lo hacen, y la discriminación de género hacia las niñas, grandes marginadas en las aulas, mengua año a año. Más de 1.600 millones de personas lograron acceder a fuentes seguras de agua -una de las grandes causas de mortalidad infantil- y la lucha contra el sida avanza mal que bien para prevenir la transmisión del virus madre-hijo.
Pese a ello, la situación aún es desoladora. Cada seis ó siete segundos muere un niño de hambre; cuatro millones de recién nacidos no llegan a cumplir el año; entre 500 y 1.500 millones de pequeños viven en países o entornos con guerras, conflictos o violencia extrema y sólo en 2008 se contabilizaron 18 millones de menores desplazados por esta causa.
"Las consecuencias de este flagelo son sumamente graves; problemas físicos y mentales que se pueden presentar más adelante en la vida y a menudo irreversibles", destaca la directora ejecutiva de unicef, Ann Veneman. África y Asia son enormes sumideros donde la violación de derechos de los infantes es constante. Y la actual crisis económica es lluvia sobre mojado en los llamados países del Tercer Mundo, donde millones de adultos y niños ya arrastraban hambre, desnutrición y privaciones de todo tipo. Casi el 45 % de la población mundial tiene menos de 25 años, de modo que "es fácil comprender la gravedad de la situación", refrenda Veneman en el prefacio del informe.
En tiempos difíciles las prioridades deben estar claras, insta unicef. Y lo prioritario es proteger los "presupuestos sociales", aquellas partidas de los presupuestos nacionales o de la cooperación al desarrollo destinadas a garantizar lo esencial para los más vulnerables, comida, sanidad, educación y libertades básicas. El cambio climático, además, obliga al mundo rico a asumir su responsabilidad hacia las naciones del sur. Los que no han provocado el calentamiento global porque no se han industrializado y apenas emiten CO2 pagarán, de nuevo, sus peores efectos. Los desastres climáticos naturales, las sequías, la pérdida de cosechas, la subida del nivel del mar podrían cobrarse entre 40.000 y 160.000 vidas más de niños menores de cinco años en Asia Meridional y África subsahariana, según el célebre 'informe Stern' encargado por el Gobierno británico en 2006.
Apuesta
Los expertos en gestión de crisis coinciden; los niños no son una carga, sino 'activistas' en potencia capaces de mejorar su propia vida con un poco de ayuda. Para el medio ambiente la infancia es el ejército del futuro. Con educación en escuelas y en las comunidades su aportación hacia un desarrollo más sostenible será crucial. unicef exige también más empuje de la comunidad internacional y de los gobiernos firmantes de la Convención para restañar la brecha de género. Tres de cada cuatro menores no escolarizados son niñas. Ellas tienen también el doble de riesgo de sufrir asaltos sexuales o ser víctimas de tráfico sexual, y en vastas regiones del planeta son las últimas en recibir atención sanitaria.
Después de un largo periplo diplomático, la Convención se rubricó en 1989 con cuatro principios básicos como guía; el derecho a la vida, a la supervivencia y el desarrollo, el interés superior del niño, la no discriminación y el derecho a ser escuchado y tenido en cuenta en los temas que le afecten. Desde entonces, aparte de las 193 firmas de otros tantos países, más de 70 estados han incorporado leyes o códigos específicos para garantizar el cumplimiento de estos mandatos. En estos 20 años de vigencia, la Convención ha sacado a la luz problemas tan viejos como ignorados, los matrimonios infantiles forzosos, la esclavitud sexual y laboral de los menores, la mutilación genital de las niñas o el fenómeno de los niños-soldados. Quedan muchas asignaturas pendientes; entre ellas, el cumplimiento de los derechos civiles y políticos, sobre todo en países donde también flaquean los de los adultos. Más de 160 eventos se han celebrado este pasado viernes en todo el planeta para conmemorar la efeméride.
Soria también fue solidaria
La provincia de Soria tambien ese sumó a los actos de esta efemeríde en un escenario habitualmente ocupado por adultos, el Casino, pero que por primera vez estuvo protagonizado por niños. Concretamente los alumnos de los colegios Santa Teresa de Jesús y de Las Pedrizas que representaron al colectivo de la comunidad escolar de la provincia en un acto organizado por Unicef, para recordar esta fecha. Los niños leyeron los apartados que componen los Derechos de la Infancia.
A mayores, los alumos de Las Pedrizas, enseñaron los trabajos realizados en el centro con relación a esta convención de Derechos que cumplía años el pasado viernes.
Por su parte, Los escolares del colegio Santa Teresa de Jesús teatralizaron la lectura de cada uno de los preceptos en lo que se convirtión en una representación muy original y elaborada.
Fuente : http://www.heraldodesoria.es/index.php/mod.especiales/mem.detalleEsp/idespecial.61
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