Pekineses jugando al ping pong | J.C.C.
Tras pasar seis días en la capital de China, uno se da cuenta de las dimensiones de la ciudad. Es realmente enorme, y pese a ello, está muy bien organizada. Creo que haber acogido los juegos olímpicos hace dos años les ha ayudado a abrirse un poco más al exterior.
Todo el sistema de transporte publico, tanto taxi, bus o metro está en inglés, incluso los altavoces que van cantando las paradas te avisan en este idioma. Algo muy útil y muy diferente de Moscú, una ciudad europea y teóricamente más internacional, pero en la que la comunicación es un hándicap importante.
Por otra parte, me ha chocado lo bien colocado que está todo. A ver si me explico, en Pekín parece que todo el mundo tiene su sitio, está todo perfectamente organizado. En algún sentido, parece una sociedad casi perfecta. No he visto ni una sola pintada en la calle, ni un graffiti en una verja.
En Pekín todo el mundo parece tener su sitio | J.C.C.
Algo que detesto de la libertad capitalista es el poco respeto que se profesa hacia los demás, aquí hay un respeto enorme entre la gente, por eso cada extranjero que vive aquí me ha respondido lo mismo, Pekín es la ciudad más segura en la que han estado. Un lugar en el que, cuando una persona mayor entra en un bus o metro, alguien se levanta para dejar que se siente. Cuesta mucho ver eso en España.
También me ha sorprendido lo cosmopolita que es la ciudad. Cuando alguien piensa en un régimen comunista piensa que la gente no tendrá de nada, y que el capitalismo otorga todo. Pero aquí hay de todo. De todo excepto libertad.
Tienes un McDonalds, en el que no hay ni un solo menú de los normales (no, no hay Big Mac) se ha adaptado al mercado chino, hay tiendas carísimas como Burberry o tres Apple Store, cuando en España no hay ni una. Aquí la gente parece tener de todo, no mucho, pero desde luego no tienen carencias básicas.
Cuando se piensa acerca de China, lo primero que le viene a la cabeza son las falsificaciones, los discos piratas y las copias de cualquier producto, pero hay mucho más.
Pero bueno, estas son las impresiones de Pekín, una ciudad que recomiendo a la gente por la sensación de ser especial que he tenido. Aquí tú eres el extranjero y los chinos los 'normales', por decirlo de alguna manera.
Para poder hacerme una idea de cómo es realmente la vida en China me hace falta ver algo más, una ciudad más pequeña, por eso voy a Xining, una urbe perdida en medio del país, para descubrir como viven la mayor parte de los chinos. En este país viven más de mil trescientos millones de personas, y en Pekín solo hay treinta. Así que no podemos decir que la ciudad sea representativa�pero varios mitos que tenía se han caído como piezas de dominó.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2010/04/04/baleares/1270377061.html
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