Según afirma a Efe el vicario provincial dominico en Taiwán, Tomás Miguel Blázquez, "Juan Cobo, llegado a Manila en mayo de 1588, realizó la traducción de libro chino antes del 24 de junio de 1590, según se deduce de una carta del Obispo Salazar a Felipe II,aunque su publicación fue en 1592".
"El Espejo rico del claro corazón" se publicó en tiempos de la dinastía Ming, cuando Shenzong era emperador de China y Felipe II rey de España y Portugal, y contiene una colección de aforismos de tradición confuciana, taoísta y budista atribuidas a Fan Liben.
La obra ofrece una visión positiva de China y sirvió para contrarrestar el belicismo de quienes recomendaban a Felipe II la conquista militar del Imperio Chino.
En una de sus cartas, el dominico español dice que los chinos eran muy inteligentes e instruidos en "letras, movimientos de los cielos, de cosas morales, crianza, cortesía y de justicia. Porque en cosas de Filosofía Moral, aunque sin ciencia, son extremados".
Y el Obispo Salazar en una carta a Felipe II sobre Cobo desaconseja el uso de la fuerza contra China "pues se ve claro que con tal gente como ésta más ha de poder la fuerza de la razón que la de las armas".
El traductor dominico practicó el uso de la razón para facilitar la conversión de los chinos y escribió directamente en chino, el "Shi Lu" o "Apología", su libro clave "y uno de los más importantes jamás escritos con relación a los intercambios científicos entre Oriente y Occidente", según el profesor español José Antonio Cervera.
"Es sin duda el primer libro que apareció en China con un contenido científico occidental", apunta el experto chino Liu Duan, en un artículo sobre las aportaciones del Shi Lu.
Cobo es sin duda un precursor de la sinología con sus múltiples marcas mundiales: ser "el primero que tradujo un libro del chino a una lengua occidental y el primero que escribió un libro filosófico científico en chino con conocimientos europeos", según Cervera.
El dominico también escribió la primera gramática del chino de la que existen noticias, Arte de la lengua china, que no se conserva, pero que el franciscano Francisco Montilla menciona en su De la propagación de la fe en las Filipinas, escrito en 1602.
Lo más asombroso de Cobo es que, en su época con tamaña escasez de medios, lograse emprender una traducción de textos clásicos chinos tras un solo año de contacto con chinos filipinos y que al poco tiempo se atreviese a escribir un libro en la lengua de Confucio.
El dominico también resaltó por sus dotes diplomáticas y lingüísticas y el gobernador de Filipinas don Gómez Pérez Dasmariñas lo envió a Japón, en 1592, para averiguar las intenciones del emperador japonés Hideyoshi, que parecía planear una invasión de Manila.
De vuelta a Filipinas, el barco del defensor de la fusión cultural y pacífica de Oriente y Occidente, fue sacudido por una fuerte tormenta y arrojado contra las costas de Formosa, donde falleció el mismo año en que salió a la luz pública en Manila su "Espejo rico del claro corazón", del que se conserva una copia manuscrita en la Biblioteca Nacional.
La primacía hispánica en el estudio del chino y de China no se agota en las obras de Cobo, sino que se complementa con libros como la "Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reyno de la China", publicada en 1585 por Juan González de Mendoza, y que para finales de su siglo ya superaba la decena de ediciones y había sido traducido al italiano, francés, inglés, alemán, holandés y latín.
El dominico sevillano Francisco Varo es el autor de la primera gramática y del primer diccionario impresos del chino: el "Arte de la Lengua Mandarina" (completada en 1682 e impresa en 1703) y el "Vocabulario de la Lengua Mandarina". EFE
Fuente: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=332701
"El Espejo rico del claro corazón" se publicó en tiempos de la dinastía Ming, cuando Shenzong era emperador de China y Felipe II rey de España y Portugal, y contiene una colección de aforismos de tradición confuciana, taoísta y budista atribuidas a Fan Liben.
La obra ofrece una visión positiva de China y sirvió para contrarrestar el belicismo de quienes recomendaban a Felipe II la conquista militar del Imperio Chino.
En una de sus cartas, el dominico español dice que los chinos eran muy inteligentes e instruidos en "letras, movimientos de los cielos, de cosas morales, crianza, cortesía y de justicia. Porque en cosas de Filosofía Moral, aunque sin ciencia, son extremados".
Y el Obispo Salazar en una carta a Felipe II sobre Cobo desaconseja el uso de la fuerza contra China "pues se ve claro que con tal gente como ésta más ha de poder la fuerza de la razón que la de las armas".
El traductor dominico practicó el uso de la razón para facilitar la conversión de los chinos y escribió directamente en chino, el "Shi Lu" o "Apología", su libro clave "y uno de los más importantes jamás escritos con relación a los intercambios científicos entre Oriente y Occidente", según el profesor español José Antonio Cervera.
"Es sin duda el primer libro que apareció en China con un contenido científico occidental", apunta el experto chino Liu Duan, en un artículo sobre las aportaciones del Shi Lu.
Cobo es sin duda un precursor de la sinología con sus múltiples marcas mundiales: ser "el primero que tradujo un libro del chino a una lengua occidental y el primero que escribió un libro filosófico científico en chino con conocimientos europeos", según Cervera.
El dominico también escribió la primera gramática del chino de la que existen noticias, Arte de la lengua china, que no se conserva, pero que el franciscano Francisco Montilla menciona en su De la propagación de la fe en las Filipinas, escrito en 1602.
Lo más asombroso de Cobo es que, en su época con tamaña escasez de medios, lograse emprender una traducción de textos clásicos chinos tras un solo año de contacto con chinos filipinos y que al poco tiempo se atreviese a escribir un libro en la lengua de Confucio.
El dominico también resaltó por sus dotes diplomáticas y lingüísticas y el gobernador de Filipinas don Gómez Pérez Dasmariñas lo envió a Japón, en 1592, para averiguar las intenciones del emperador japonés Hideyoshi, que parecía planear una invasión de Manila.
De vuelta a Filipinas, el barco del defensor de la fusión cultural y pacífica de Oriente y Occidente, fue sacudido por una fuerte tormenta y arrojado contra las costas de Formosa, donde falleció el mismo año en que salió a la luz pública en Manila su "Espejo rico del claro corazón", del que se conserva una copia manuscrita en la Biblioteca Nacional.
La primacía hispánica en el estudio del chino y de China no se agota en las obras de Cobo, sino que se complementa con libros como la "Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reyno de la China", publicada en 1585 por Juan González de Mendoza, y que para finales de su siglo ya superaba la decena de ediciones y había sido traducido al italiano, francés, inglés, alemán, holandés y latín.
El dominico sevillano Francisco Varo es el autor de la primera gramática y del primer diccionario impresos del chino: el "Arte de la Lengua Mandarina" (completada en 1682 e impresa en 1703) y el "Vocabulario de la Lengua Mandarina". EFE
Fuente: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=332701
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