Se estima que más de 110 millones de chinos tienen que migrar a la ciudad para poder trabajar. En un gran número de casos, no cuentan con los recursos suficientes para dejar a sus hijos en las guarderías, por lo que los menores permanecen atados con cuerdas o cadenas hasta que sus padres terminan su jornada laboral.
El drama de los millones de chinos que tienen que migrar a la ciudad para trabajar tiene su reflejo en los niños que son atados a una ventana, una puerta o en plena calle mientras los padres realizan su jornada laboral porque no pueden pagar una guardería o a alguien que los cuide.
El diario 'Daily Mail' recoge una serie de fotografías, tomadas en la provincia de Zhejiang, que muestran la desesperada situación en la que viven los empleados migrantes en el país más poblado del mundo.
Se calcula que los estos trabajadores alcanzan los 110 millones en China, con edades comprendidas entre los 16 y 40 años.
En estas imágenes, niños de corta edad permanecen amarrados con cuerdas o cadenas en una fábrica de la ciudad de Jiaxing, en el sureste del país. Sus padres, que no pueden acceder siquiera a los cuidados más básicos, llevan a sus hijos a su lugar de trabajo y los dejan atados hasta que concluye su jornada.
La mayoría de las veces, los menores no tienen otra cosa que hacer más que contemplar a sus progenitores durante diez horas al día.
Lo mismo sucede con los vendedores ambulantes, que amarran a sus hijos niños a los postes de luz en la calle. Los padres alegan que no existen guarderías estatales y el tráfico de niños y los ladrones acechan sus casas.
Este caso recuerda la reciente historia de un niño de dos años que permanecía encadenado a una farola mientras su padre trabajaba como taxista sin licencia y su madre recogía basura de la carretera.
Fuente oficial : La noticia en 'Daily Mail'
Fuente : http://noticias.terra.es/2010/mundo/0422/actualidad/china-dejan-ninos-atados-mientras-padres-trabajan.aspx
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Yolanda