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Adoptar supone ayudar a superar un abandono

Adoptar supone ayudar a un niño a superar un abandono. Es la opinión del psicólogo y terapeuta Javier Mújica, autor de la guía Adoptia. «Los niños, aunque no les digamos nada, descubren que si hay adopción es porque antes hubo un abandono», dice. «Y esto, como poco, es una herida que molesta, incomoda y crea incertidumbre».

¿Cómo hay que iniciar un proceso de adopción?

Con una idea realista de lo que va a suponer la adopción. Porque hoy ya no es lo que fue. Prácticamente no se adoptan bebés neonatos, sino niños de todas las edades, que han vivido acontecimientos importantes y muy dolorosos. La adopción supone superar un abandono.

Y hay que ayudar al niño en ese proceso…

El abandono debe ser explicado para que el niño pueda vivir en paz y tranquilidad, a pesar de esa pequeña oscuridad que va a estar presente.

Por precaución, ¿se quita importancia al abandono?

Los niños lo van a sacar de muy distintas maneras, dependiendo de su edad y capacidad. Desde la pregunta de ‘¿yo estuve en tu tripita?’ hasta ‘¿a mí por qué me abandonaron?’ o la afirmación de ‘vosotros no sois mis padres de verdad’. En las familias adoptivas hay muchos momentos en los que los niños hacen referencia a esa condición que ellos tienen y que no comparten la mayoría de sus compañeros.

Los padres deben responder convenientemente a esas preguntas…

Deben saber dar explicaciones y garantías de que están en una familia para toda la vida. Muchos niños vienen con experiencias que han supuesto daños y secuelas que deben ser reparadas y superadas a lo largo de la infancia y la adolescencia.

¿Cuál es la mejor actitud para abordar ese pasado doloroso?

Son los padres los primeros que deben reconciliarse con esa situación. Deben ponerse al tanto de lo que ha sucedido, de lo que implica y buscar soluciones al día a día. A los niños hay que responderles con naturalidad, sinceridad, honestidad y coherencia. Y hay una evolución. A un niño de 8 años no le vale la explicación que se da a un niño de 4. Unos niños preguntan mucho y otros menos, pero todos tienen que saber y tener la confianza de que sus padres van a ayudarles a digerir algo que duele.

Tener información sobre el proceso que ha vivido el niño, ¿es importante?

Es muy importante tener el máximo de información y no siempre te la proporcionan. Pero más que datos y nombres, son las explicaciones lo que ayuda a un niño a madurar. También es cierto que cada vez adoptamos con menos temores y más conocimiento.

¿Qué hacer cuando falta información sobre el pasado del niño?

A veces el hueco es insalvable. Y lo que más importa es la actitud. Hay muchas maneras de trabajar sin esa información y muchos padres adoptantes lo están sabiendo hacer.

¿Pasados muy duros pueden superarse?

Perfectamente. La experiencia lo demuestra. El abandono es una herida importante y más para un niño indefenso, que debe construirse desde el acompañamiento y el calor humano. La adopción, si es algo, es pura curación del abandono. El problema no es nunca la adopción, sino que antes de ella hubo un abandono.

Y hay que saber cómo ayudar al niño a aceptarlo…

A veces el abandono está acompañado de vivencias dolorosas, daños, tratos inadecuados. Y ello deja secuelas, que deben estar perfectamente trabajadas. Algunas se resuelven muy bien y muy fácil. En uno o dos años los niños florecen. Les pasa como a esas plantas marchitas, que reviven con agua y abono. Pero lo hacen con sufrimiento y dificultad.

Hay que seguir vigilantes…

Un niño de 4 años no ve el problema, pero uno de 9 se da cuenta de repente de que las relaciones humanas no son lo perfectas que deberían. Y uno de 14 es capaz de enfadarse mucho con la vida y la sociedad cuando descubre el motivo del abandono. Los padres han de estar preparados y disponibles para hablar de algo que nunca es del todo agradable, que siempre tiene algo de molesto e inconveniente.

Pero hay que abordarlo.

Hay que devolver al niño esa parte de su legado que estaba ahí antes de la adopción. Los adoptantes son cada vez más conscientes de que cuando van a por el niño van también a por una historia que tendrá que ser contada y explicada.

Y el puzzle se construye a largo plazo…

El propio adoptado, cuando los padres no sean responsables de su vida, deberá ocuparse de ese aspecto.

Los padres adoptantes deben estar más preparados para educar que los biológicos, dicen algunos profesionales.

Que los padres no vayan a la adopción lo suficientemente preparados no es sólo culpa de ellos. La sociedad y los profesionales de muy distintos ámbitos necesitan conocer a fondo esta realidad. Las investigaciones realizadas dicen que los padres adoptantes ganan por goleada a los padres biológicos en cuanto a capacidades parentales.

La dificultad enseña…

Así como constato que los padres adoptantes a veces están muy despistados y necesitan mucha más preparación y formación de la que están recibiendo, también digo que si todos fueran como los adoptantes, este mundo funcionaría muy bien.

Fuente: http://adoptantis.org/adoptantis/?p=1559

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