Ciudad del Vaticano, 19 jul (EFE).- El sacerdote Juan Bautista Yang Xiaoting ha sido consagrado obispo coadjutor de Yan'an, con el visto bueno del Gobierno comunista de Pekín, la segunda vez en pocos días que se produce un hecho similar y que es considerado como gesto de distensión entre China y el Vaticano, que no tienen relaciones.
La consagración del nuevo obispo, de 46 años, se produjo el 15 de julio, según informó hoy Radio Vaticano, que precisó que la ceremonia la presidió Luis Yu Rushen, obispo de Hanzhong, y que a la misma asistieron varios obispos chinos.
También asistieron un centenar de sacerdotes, todos, como los obispos, en comunión con Roma y más de seis mil fieles.
Yang Xiaoting nació en el seno de una familia católica de la diócesis de Zhouzhi. Ha estudiado en China y en la Pontificia Universidad Urbaniana, de Roma, donde se doctoró en teología.
El pasado día 14, el Vaticano anunció que cuatro días antes fue consagrado obispo de Taizhou, siempre en China, el cura de 75 años y ex preso político Antonio Xu Jiwei, asimismo con el visto bueno del Gobierno comunista de Pekín.
Estas consagraciones con la aprobación del Gobierno chino son un paso más hacia la distensión en las difíciles relaciones entre la Santa Sede y las autoridades comunistas de Pekín, que acusan a Roma de "interferir" en los asuntos internos chinos y le exige que rompa con Taiwán."
En China existen entre 8 y 12 millones de católicos, según datos del Vaticano, divididos entre los pertenecientes a la Iglesia oficial -controlada por el Gobierno comunista y conocida como Patriótica- y la clandestina, en comunión con Roma y perseguida por el gobierno de Pekín.
Uno de los puntos que enfrenta al Vaticano con Pekín es el nombramiento de los obispos, pues el Vaticano reclama que sólo pueden ser designados por el Papa, mientras que la "Iglesia Patriótica" ha ordenado obispos sin el visto bueno de la Santa Sede.
El Vaticano y China no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951, después de que Pío XII excomulgara a dos obispos designados por el Gobierno chino, que a su vez expulsó al nuncio apostólico, que se estableció en la isla de Taiwán.
Para reanudar las relaciones diplomáticas, China exige que el Vaticano rompa previamente con Taiwán y que no "interfiera" en los asuntos internos chinos.
A mediados de 2007 Benedicto XVI envió una carta a los católicos chinos en la que expresaba su deseo de restablecer las relaciones diplomáticas con China, lo que supondría, según el Vaticano, trasladar la Nunciatura de Taipei a Pekín. EFE
Fuente: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=458941
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