Por Hua Ming - New Epoch Magazine
Cuando los extranjeros visitan China encuentran la alfombra roja desplegada ante ellos, una alfombra roja de verdad. (New Epoch Magazine)
Cuando los extranjeros visitan China pueden encontrar una alfombra roja, literalmente, una alfombra roja desplegada para ellos. Detrás de las halagadoras atenciones, y la bien instrumentada hospitalidad, podría haber años de meticulosa investigación con el fin de ganar influencias sobre los visitantes escogidos.
“Hacer negocios en China es el honor más grande en mi vida”, comentó a New Epoch Magazine el señor Steven Miller, director de una compañía privada de almacenamiento.
Miller dijo que el trato que recibió “fue como el de un rey: alfombra roja, excelente comida y las autoridades locales fueron muy receptivas”.
Sam Sullivan, ex alcalde de Vancouver, Canadá, quedó igualmente impresionado y conmovido durante su estadía en China. “Cuando estoy en China me tratan como a un emperador. Y nosotros no tenemos esa tradición de la cosa con la alfombra roja, de modo que es un poquito vergonzoso para mí en cierto modo”, dijo en una entrevista con The Vancouver Sun.
Según la noticia, Sullivan recordó que durante un viaje a China como concejal de la ciudad, descubrió que casi todas las autoridades chinas de cada intendencia tenían su propio comedor con su propio chef para atender a sus invitados.
Joe Trasolini, alcalde de Port Moody, Canadá, visitó Beijing hace unos años y recibió un trato igualmente cálido. Se reunió con el alcalde de Beijing y la ciudad lo sorprendió al cubrir sus gastos de viaje. La vez siguiente que visitó China, aunque él pagó por sus propios gastos, fue agasajado por las autoridades municipales. Después de unas pocas horas de turismo por la mañana, disfrutó de extravagantes banquetes por la tarde.
Exceptuando a los super millonarios, la mayoría en China pasan toda su vida sin recibir tales tratos. Sin embargo, en la China de hoy se ha convertido en una norma para las autoridades del comunismo recibir personalmente en un fastuoso estilo VIP occidental a los hombres de negocio y sus delegados, quienes no pueden más que sentirse honrados.
Cambio de actitud
Después de ser tratados como emperadores, los políticos occidentales cambiaron sus actitudes en relación con temas tales como la disidencia china y la persecución a Falun Gong (también conocida como Falun Dafa). Algunos han pasado de denunciar las violaciones a los derechos humanos del Partido Comunista Chino (PCCh), a cantar alabanzas a la desarrollada China.
Durante años, los alcaldes de Ottawa emitieron una Proclamación del Día de Falun Dafa, con la intención de expresar reconocimiento a la presencia y contribución de los practicantes de Falun Dafa a la sociedad canadiense.
Sin embargo, el ahora alcalde Larry O´Brien, decidió no hacerlo este año, después de regresar de un reciente viaje de negocios a China. Explicó que había hecho “un compromiso”, sin decir a quién, y que no emitiría la proclamación.
Falun Dafa es una práctica espiritual que incluye meditación e introspección sobre los principios de verdad, compasión y tolerancia. A pesar de la negativa del Sr. O´Brien, el concejo del municipio pasó la proclamación unánimemente el 9 de junio.
Investigando e identificando objetivos
La alfombra roja es uno de los métodos más benignos utilizados por el régimen para ganar la influencia sobre los hombres de negocio, diplomáticos y políticos.
Según un informante interno en Beijing, las agencias de inteligencia del régimen comunista chino conducen una investigación extremadamente rigurosa y “científica” sobre las debilidades humanas de sus escogidos, las que después son explotadas sin piedad.
Las agencias de inteligencia trabajan en base a la teoría de que hay cuatro puntos débiles en la naturaleza humana: fama, ganancias, lujuria y enojo. Las agencias de inteligencia del PCCh intentan detectar esas debilidades en un individuo y de acuerdo a eso arman el encuentro.
Los que aman la fama encontrarán que las autoridades chinas y los académicos buscan humildemente sus consejos; recibirán invitaciones a las universidades para dar charlas y obtendrán informes escritos halagando sus logros en los medios oficiales.
Para los codiciosos, la inteligencia china organiza oportunidades de negocios para cooperación, inversión, o una entrada rápida al mercado. Aquellos cuya debilidad es la lujuria, recibirán bellas mujeres.
El informante contó a New Epoch Magazine de que el Departamento del Frente Unido del Trabajo del PCCh, el Departamento Internacional del Comité Central, la Oficina de Asuntos Chinos en el Extranjero, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Departamento Militar General del Ejército de Liberación del Pueblo, tienen todos una gran cantidad de agentes de inteligencia que buscan y recolectan información sobre potenciales personalidades útiles, incluyendo autoridades de gobiernos occidentales, hombres de negocio, académicos famosos, y líderes de las comunidades chinas en el extranjero y sus parientes.
Según el nivel de utilidad de los sujetos seleccionados, el PCCh establece contacto con ellos y los invita a China. El nivel de la recepción se decide caso a caso. Los individuos seleccionados pueden ser sujetos a técnicas suaves o más duras para persuadirlos a actuar de forma de beneficiar al Partido.
Escándalo australiano
En marzo de 2009, los medios australianos informaron que el Ministro de Defensa de Australia, Joel Fitzgibbon, había tenido una relación íntima y secreta con la empresaria sino australiana Liu Haiyan, que planteó una amenaza a la seguridad de Australia.
Liu estaba asociada muy de cerca con el Departamento de Inteligencia del Ejército de Liberación Popular, una rama para la recolección y análisis de la inteligencia militar y política. Los Fitzgibbons habían visitado China ya en 1993, y desde ese entonces la inteligencia china se mantuvo observándolos.
Las revelaciones causaron un escándalo en Australia y Fitzgibbon renunció a su ministerio. Muy pronto, un asunto aún más sombrío fue descubierto: Fitzgibbon había recibido grandes sumas de dinero de Liu y con ella estableció una empresa en conjunto en China. El incidente expuso ante una amplia audiencia los meticulosos esfuerzos del PCCh para cultivar personajes con influencia, en los círculos políticos occidentales.
Las autoridades consulares extranjeras en China también han sido manipuladas tras las bambalinas. En mayo de 2004, un diplomático del Consulado General de Japón en Shanghai se suicidó; dos años más tarde se reveló su testimonio.
Una investigación expuso que los motivos de su suicidio fueron la extorsión y amenazas de la policía secreta china. El primer ministro japonés señaló que el PCCh había violado la Convención de Viena en Relaciones Consulares.
No todos sucumben al poder y a la corrupción, y muchos se atreven a decir “no” a las insinuaciones del PCCh. Dinero, fama, lujuria y codicia son debilidades inherentes a la naturaleza humana.
Fuente: http://www.lagranepoca.com/articles/2010/07/23/5010.html
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