Un drama para llorar y llorar
Ayer se estrenó la película “El terremoto de Tangshan” (唐山大地震), que se centra en las consecuencias del seísmo que en 1976 asólo esa ciudad del norte de China. Se trata de uno de los desastres naturales más devastadores del siglo XX, causando la muerte de al menos 240.000 personas (fuentes no oficiales hablan de hasta 700.000) y sucediendo en un año en el que la muerte de Mao Zedong cambió para siempre el destino de China.
En realidad, el terremoto es tán sólo el punto de partida del filme. En este caso, el título en inglés (Aftershock, el mismo que la novela de Zhang Ling en la que se basó esta película) la describe mucho mejor: es un drama sobre la conmoción, crisis y trastornos que produjo el seísmo en una familia. Hasta 32 años después, los protagonistas viven angustiados por el seísmo de 1976, que marcó para siempre sus vidas y destrozó su familia. Como dice sutilmente la publicidad, 23 segundos que marcaron 32 años.
Ese 28 de julio, después de que el terremoto destrozara su casa con sus dos hijos dentro, una madre se tiene que enfrentar a un dilema que recordará toda su vida. Los dos pequeños han quedado atrapados entre los escombros y sólo se puede salvar a uno de ellos. La madre no quiere tomar una decisión, pero ante la presión de los vecinos que la están ayudando y temiendo perder a sus dos hijos, decide salvar al niño. Esta dramática decisión es el principio y final de todo el filme, con una madre traumatizada por su elección y una hija (que al final consigue salir con vida) que no puede olvidar que su madre prefirió salvar a su hermano.
Aunque China se ha caracterizado durante muchos años por películas angustiosas y llenas de desgracias (fiel reflejo de la historia reciente del país), “El terremoto de Tangshan” podría batirlas a todas por goleada. Es una película en la que un drama sucede a otro, en la que ni uno sólo de los personajes puede escapar a escenas lacrimónegas y gritos de impotencia. En la sala de cine, hay ocasiones en las que uno no sabe si los llantos, mocos y lamentos provienen de la pantalla o del asiento de al lado.
La película está dirigida por Feng Xiaogang, probablemente el director nacional con más éxito, quien pretende con ella hacer un homenaje a las víctimas de aquel terremoto olvidado durante tanto tiempo. Ha contado con un presupuesto de superproducción china, unos 135 millones de yuanes (casi 20 millones de dólares), lo que le permite contar con unos buenos efectos especiales y haberse convertido en el primer filme nacional en IMAX. Casi la mitad de ese dinero ha provenido directamente del gobierno de Tangshan, que ha intentado con ello honrar a sus ciudadanos y al mismo tiempo dar una imagen de superación y desarrollo económico.
“El terremoto de Tangshan”, en un país en el que los seísmos han marcado muchas veces la personalidad de este pueblo (el más reciente el conmovedor de Sichuan pocos meses antes de los Juegos Olímpicos), fue ayer un éxito absoluto en todo el país. La película es hoy la más buscada en Baidu y uno de los temas más calientes de la última semana.
Sin embargo, para los cinéfilos y sinólogos la película tiene varios problemas evidentes. El filme intenta emocionar y tocar el corazón de los espectadores, pero su búsqueda constante de la lágrima fácil cansa después de media hora de llantos. Si la famosa “Nanjing, Nanjing” era capaz de contar los dramas personales de sus protagonistas en blanco y negro y a través de imágenes que hablaban por sí mismas, “El terremoto de Tangshan” es una tragedia a todo color y con el llanto como banda sonora. La sugerencia es casi siempre más elegante y efectiva.
Otras cosas que chirrían en la película son los anuncios publicitarios escondidos (product placement). El propio director ha reconocido que ha sido una forma de financión y hay uno de ellos, en el que uno de los protagonistas recomienda utilizar una determinada empresa de seguros, que podría entrar en cualquier corte televisivo habitual. En el argumento hay varias cosas que uno no acaba muy bien de creerse, como que uno de los niños se convierta de repente en un empresario rico o que la joven protagonista pueda criar con 21 años un niño recién nacido en la China de los 90. No se explica cómo ninguno de los dos consigue ambas cosas, fundamentales en el desarrollo de la película.
Desde el punto de vista de los sinólogos, la película fracasa casi por completo a la hora de retratar los cambios vividos en los últimos 30 años en este país. Es comprensible que no fuera el objetivo del director, pero no mostrar la ansiedad e incertidumbre del año 1976 en China, y más hablando del terremoto de Tangshan, es algo que se antoja imperdonable. Tan sólo algunos carteles alabando a Mao hacen referencia al fin de la locura de la Revolución Cultural y no hay ni un atisbo de duda sobre las labores de rescate (en su momento se rechazó la ayuda interncional) ni la censura informativa (no se facilitaron los números de víctimas hasta años después). Los primeros soldados del ejército, casi de forma mágica, parecen llegar a la zona del seísmo en un par de horas. Hay helicópteros, camiones y comida que se reparte entre la población de forma eficiente. Todo parece solucionarse tan rápido tras el seísmo que uno no tiene la sensación de estar en esa China traumatizada, pobre y confusa de los 70. Para una película que por primera vez trataba de ese terremoto tan importante en la historia de China, el resultado es decepcionante.
• Comentarios
Muchos de los internautas que fueron ayer al cine han destacado la cantidad de veces que lloraron y el enorme drama descrito por la película. Otros se han quejado porque esperaban una superproducción sobre una catástrofe, algo al estilo del filme 2012, y se han encontrado con un drama familiar lleno de sentimientos y contenidos morales. Otros se quejan de que el director haya esquivado los temas más polémicos del terremoto de 1976.
Esta es la traducción de algunos de los comentarios dejados en el Nanfang Zhoumo, Tieba Baidu y Douban.
Cfnlz2000:
Hace ya varias décadas que nos hemos abierto, pero nuestro gobierno no se atreve a enfrentarse a algunos acontecimientos del pasado. Todavía nadie ha hablado claramente de los tres años de desastre natural [el Gran Salto Adelante], y todavía no se ha reflexionado bien sobre la Revolución Cultural.
Vonsy:
Sólo se puede ver el sufrimiento, no se pueden ver los hechos verdaderos.
Myself2320:
En aquella época, obviamente los equipos de rescate estaban muy atrasado, ¿por qué se rechazó la ayuda internacional? ¿Tenían miedo de que se infiltraran grupos capitalistas? ¿Por qué tenían miedo? ¿Era por el pueblo o por su propia dinastía política? ¡¡De verdad que lo siento por los centenares de miles de fallecidos en Tangshan!! Hasta algunos años después no se hizo público el número de víctimas, pero había mucha gente que podía haber llegado a tiempo para el rescate. Ya lo entiendo, ¡¡en nombre de la dictadura del proletariado puede morir tanta gente en vano!! ¡Además de una vergüena es inmoral!
Adrianmonk:
En aquella época hubo noticias falsas, hasta el día de hoy este fenómeno todavía no se ha resuelto.
Feng1987:
Esta frase es muy clara: ¡En el extranjero se puede ver el trasfondo de la historia, en China no!
a.th:
Esta noche acabo de ver la película. En un cine de Pekín en el que no hay nadie durante todo el año, la sala estaba llena. Hubo pequeños llantos durante toda la película, algunos grandes llantos de vez en cuando. Yo lloré en tres ocasiones.
121.13.61.*
Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala, Mala.
Liujuan1163
Acabo de ver la película… decepción… enfado… Estoy totalmente decepcionado con Feng Xiaogang.. ¡No debería haber ido a verla! La había esperado durante mucho tiempo… el resultado es una basura de película. Se habla demasiado poco del terremoto. De todo lo que se habla es de es de problemas y líos… ¡Basura!
Nota: la política de ZaiChina es la de no contar demasiado del argumento de la película.
Fuente: http://www.zaichina.net/2010/07/23/el-terremoto-de-tangshan-convertido-en-pelicula/
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