Llegó desde Etiopía debatiéndose entre la vida y la muerte porque sólo tenía medio corazón. A Hanna la llevamos en brazos al hospital Ramón y Cajal a mediados de abril y ahora, finales de mayo, la vemos tomar el biberón y comer puré con cuchara. Tenía dos añitos y medio y sólo pesaba cuatro kilos. Casi no podía hacer nada por sí sola. Con sólo dos años ha ganado ya la batalla de la vida. Se quedará en España, al menos, unos meses con una familia de acogida.
(TELEMADRID - 26 DE MAYO DE 2008)
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