Cruz Roja Ávila solicita familias que estén dispuestas a acoger a tres niños, de 10, 11 y 12 años de edad, dentro del Programa de Acogimiento Familiar que organiza en colaboración con la Junta de Castilla y León.
El objetivo de este programa, que lleva funcionando desde 1995, es buscar familias que, de manera temporal y desinteresada, quieran acoger en su casa a menores en situación de riesgo o desamparo, es decir, niños que hayan sido separados por un tiempo de sus padres y estén bajo tutela de la Administración regional. Con esto se pretende que los pequeños puedan “vivir en un ambiente familiar lo más normalizado posible”, en lugar de residir en un centro de acogida.
“Los acogimientos son temporales, no tienen nada que ver con la adopción”, ha afirmado Margarita García Peral, responsable del programa en Ávila. “En la adopción se buscan unos padres para los niños; en el acogimiento, los niños ya tienen padres, pero se les busca una familia con la que vivir durante un tiempo”, ha explicado.
En la actualidad, Cruz Roja demanda familias para tres niños –de 10, 11 y 12 años-, que se encuentran en situación urgente y necesitan ser acogidos con carácter permanente. “A partir de los 10 años, la dificultad de buscarles una familia es mayor”, ha asegurado García, debido a que esas edades son “más conflictivas”, por su cercanía a la preadolescencia, y cuanto mayores son los niños, menos familias hay disponibles. “Es injusto, se les cierra las puertas solamente por su edad; suelen ser niños que nadie quiere adoptar y el recurso de acogimiento es lo único que les queda”, ha declarado la responsable del programa.
Actualmente en Ávila hay 14 familias que forman parte de este programan, con un total de 13 acogimientos. “Este año ha sido muy bueno”, ha declarado García, aunque advierte que la situación puede cambiar “en cualquier momento”. Por este motivo, hacen un llamamiento a la participación. “Es importante tener familias formadas y preparadas para que en el momento en el que surja el acogimiento pueda llevarse a cabo”, han subrayado.
El proceso
A las familias no se les pide ningún tipo de requisito, aunque hay tres motivos por los que se descarta su candidatura: cuando la familia está esperando un bebe, cuando están en trámites de adopción –en estos dos casos la familia debe convivir un año con su hijo antes de poder acoger- y cuando ha sido privada de la patria potestad de sus propios hijos.
Las personas que quieran colaborar tienen que informarse en la sede de Cruz Roja -ubicada en la plaza San Francisco-, donde les explicarán los términos del programa. Después, deben realizar una actividad de formación práctica y testimonial, de 16 horas de duración, para tomar conciencia de la situación a la que va a enfrentarse.
Tras el curso, y si la familia sigue interesada, se efectuarán una serie de entrevistas psicosociales -profesión, estado civil, hijos, dudas, temores…- y una visita al domicilio, para conocer su entorno y valorar su capacidad para acoger a un niño. Con estos datos, se elabora un informe que se envía a la Junta, donde quedan registrados como familia acogedora hasta que surja un caso que se adapte a ellos. A las familias no se les obliga a nada, ellos deciden tanto la edad de los niños como la duración del asilo.
Tipos de acogida
Hay tres tipos de acogida: de corta duración o puente, de medio plazo o simple y de larga duración o permanente. Los acogimientos de corta duración, con un plazo máximo de tres meses, son poco usuales. Se realizan en casos en los que se prevé que el menor sea adoptado rápidamente, por ejemplo, el tiempo que tardan los bebes recién nacidos en ser entregados a su familia adoptiva.
Los casos más habituales son los acogimientos a medio plazo, con una duración entre tres y 18 meses, tiempo durante el que se trabaja con la familia biológica del niño, desarrollando una serie de programas para solucionar su situación y que el menor pueda regresar a su entorno. “Son sus padres y ellos les quieren, lo más frecuente es que recuperen a sus hijos”, ha dicho Margarita García. “Y eso es por lo que se trabaja”, ha recalcado.
Las acogidas permanentes son por un período superior a 18 meses y sin límite de duración. Van dirigidas a los niños que no pueden volver con su familia biológica y, por su edad, la adopción es una opción muy complicada.
En cualquier caso, durante el periodo de acogida se intenta mantener la vinculación de los niños con sus padres biológicos estableciendo regimenes de visita.
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