Con la sutileza y grandiosidad que caracteriza a la tierra de los grandes emperadores el Circo Acrobático Nacional de Pekín ha traído a Madrid la magia y las acrobacias más espectaculares que podrían presentar.
Fotografías: Juan Luis Jaén
Niños, mayores y jóvenes han aplaudido con toda su energía número tras número. La ilusión se ha apoderado del Teatro Lope de Vega en el que la sorpresa, la emoción y la fascinación han sido los ingredientes de una velada maravillosa.
Música cuidadamente seleccionada, coreografías suaves y perfectamente acopladas, números acrobáticos impactantes y una puesta en escena milimetrada, son algunas de las cosas que se podrían resaltar, y es que parece imposible que el cuerpo humano pueda lograr las hazañas que estos veintitantos artistas lograron en la tarde del sábado.
Viendo este espectáculo se entiende que esta compañía, que se fundó en 1950, tenga 18 medallas de oro en diferentes competiciones internacionales y que esté entre las más importantes del mundo. Sus componentes pueden estar orgullosos, porque en apenas dos horas consiguen mostrar al público la cantidad de horas de trabajo que dedican para que cada uno de sus pasos sea motivo de ovación.
El espectáculo que esta vez han presentado desarrolla la historia de una niña que en sus sueños pasea por un bosque mágico en el que ardillas, leones, mariposas y libélulas cobran vida de la mano de los acróbatas.
Fuente: http://www.madridiario.es/2010/Agosto/madrid/madcultura/191404/alma-china-arte-color-espectaculo-lope-vega-critica-teatro-circo-.html
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