Aftershock retrata el que fue el terremoto más letal del siglo XX. La ciudad china de Tangshan quedó completamente arrasada por un temblor de 7,8 en la escala de Richter que acabó con más de 240.000 personas la madrugada del 28 de julio de 1976. Ahora la tragedia ha llegado a los cines de la mano del director chino Feng Xiaogang y se ha convertido en la producción nacional más vista de la historia.
El cartel chino de la película Aftershock de Feng Xiaogang.-
Tras 18 días en cartelera, la película ha recaudado más de 79 millones de dólares (casi 60 millones de euros), superando a la cinta que ostentaba la cifra máxima, que era La fundación de una República (2009), con 62 millones de dólares (46,8 millones de euros) de recaudación.
Es la duodécima película de Feng, que ha dirigido anteriormente otra exitosos filmes en su país como Assembly (2007), The Banquet (2006) o If you are the one (2008). Aún así, Aftershock está lejos de poder alcanzar a las producciones de Hollywood. El récord en China lo tiene James Cameron con Avatar, que recaudó en el país 192 millones de dólares (144 millones de euros).
Las productoras internacionales están cada vez más interesadas en el mercado chino, por su rápido despegue en los últimos años. Como dato, la recaudación en el primer semestre de 2010 en la República Popular creció un 86% interanual hasta los 714 millones de dólares (539 millones de euros).
Una historia de búsqueda en el infierno
La historia que relata la película es la de una madre que se reencuentra con su hija perdida en el seísmo, treinta años después de la destrucción de la ciudad.
El terremoto de Tangshan cogió de improviso a la población china, que dormía cuando tuvo lugar el temblor. No hubo aviso por parte de las autoridades, que intentaron mantener el terremoto en secreto y que rechazaron el apoyo internacional negando que hubiese habido un seísmo. El gobierno de Mao temía que la población viera la catástrofe como un castigo divino por haber puesto en marcha la Revolución Cultural. Castigo o no, fue un año terrible para China, en el que fallecieron varios líderes de la revolución, entre ellos el propio Mao en septiembre del mismo año.
Durante los días posteriores a la catástrofe, el secretismo primó sobre las tareas de rescate, por lo que un segundo temblor de una magnitud parecida pocas horas después acabó con lós numerosos heridos que estaban vivos bajo los escombros. La ciudad, que había recibido recomendaciones de los sismólogos, no acató las normas preventivas de seguridad. Solo en un barrio de la ciudad se evacuó como los expertos pedían, lo que hizo que en ese distrito solo hubiera un muerto, de un ataque al corazón.
Comentarios