Casi el 60% de los acogimientos se realiza en casa de parientes.La asociación Mírame animará a padres y madres a acoger.
Silvia Cañero, con responsables de Mírame y entidades que gestionan el acogimiento en Córdoba.
Foto:LADIS
Unos treinta niños esperan en centros de menores de Córdoba, según datos de la Delegación de Igualdad y Bienestar Social, a que haya una familia de acogida libre para irse a vivir con ellos mientras se soluciona su futuro más o menos inmediato. Ayer se presentó oficialmente la asociación Mírame, la primera de Córdoba formada por familias acogedoras, cuyo fin es dar a conocer en la provincia su experiencia para promover el incremento del número de personas dispuestas a acoger a un menor.
Más de la mitad de los niños cuya tutela depende de la Junta residen con una familia. En el 59% de los casos, se trata de niños que van a vivir con parientes de hasta segundo grado de consanguinidad, frente a un 41% que lo hacen con una familia ajena.
El acogimiento familiar consiste en integrar en un hogar a niños que, por distintos motivos, son apartados de sus familias biológicas, con el fin de evitar que ingresen en centros de protección de menores. Existen tres tipos de acogimiento, según el tiempo de estancia del menor, su edad y las necesidades personales del niño, y cualquier persona dispuesta a educar a un niño y darle cariño hasta que se resuelva su situación es apta para el acogimiento.
Uno de los formatos para el que existen menos familias disponibles, porque exige mayor dedicación, es el acogimiento de urgencia, modalidad destinada a los niños más pequeños, la mayoría bebés.
La diferencia entre un acogimiento y una adopción es que los niños acogidos pueden mantener contacto con su familia biológica y que el periodo de permanencia en los hogares de acogida es temporal, hasta que se resuelve si vuelven con sus padres o se derivan a adopción.
El número de niños que requieren un acogimiento familiar en Córdoba es mayor al de familias acogedoras (en torno a 85 en toda la provincia), según la delegada de Bienestar Social, Silvia Cañero, que insistió en la necesidad de ampliar la bolsa de familias dispuestas a participar en esta medida. En la misma línea, Enrique Pérez, presidente de Mírame, criticó que todo el mundo esté en contra de que se maltrate a un niño, pero muy pocos se ofrecen a darles cariño cuando lo necesitan.
Fuente: http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=560771
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