Inocencio Montero explica su experiencia para conseguir traer a Marina a España hace seis años y asegura que el proceso de adopción se ha ralentizado este año con la celebración de las Olimpiadas en Pekín
Inocencio Montero posa con su hija Marina, de seis años, en su estudio de fotografía después de la entrevista.
¿Hablar andaluz con rasgos asiáticos? Desde hace tiempo son muchas las familias jerezanas que gozan de la compañía de niños chinos adoptados. Otras se encuentran en proceso para poder disfrutar de ellos. Para Inocencio Montero y su mujer, la llegada de Marina a sus vidas fue un halo de alegría. "El proceso no fue tan largo como es ahora. Marina llegó con ocho meses de edad y su adaptación fue muy rápida", explican.
Todo proceso de adopción consta de dos fases. En la primera fase se hace una selección que depende de las diferentes comunidades autónomas del país. Fulgencio Arias, de 34 años y en proceso de adopción, asegura en este sentido que "en León en la primera parte se adquiere el certificado de idoneidad antes que en Andalucía. En concreto en Cádiz, los matrimonios que se encuentran en este periodo tienen hasta que hacer un curso de formación".
La segunda fase de adopción se da en el país de origen de cada niño. En este caso China, con la dedicación a las Olimpiadas de Pekín 2008 y el convenio con más de 17 países, hace que lo que antes suponía un año de espera, este año se haya ralentizado más. "Nosotros tuvimos la suerte de que Marina vino rápida, para mi mujer duró poco más del tiempo de un parto", comenta Inocencio Montero. Sin embargo, otros matrimonios, como es el caso de Fulgencio Arias y su mujer, afirman que ahora la segunda fase del procedimiento es mucho más lenta, cada mes se conocen asignaciones que realiza China y "hay meses que se han avanzado sólo tres o siete días de expediente". Fulgencio Arias y su mujer esperan que por fin su hija esté para el año que viene aunque aún no saben la fecha exacta.
Los motivos por los que Inocencio y su esposa decidieron ir a buscar a la pequeña Marina no fue como la mayoría de los matrimonios. Según Inocencio, "nosotros teníamos ya un hijo biológico pero sabíamos de la necesidad de estos países y en concreto el caso de las niñas en China". Cuando la gente suele alabarle por la calle Inocencio dice que a quien hay que elogiar son a estos niños por "llenar de alegría los hogares españoles". En el caso de esta familia, Marina desde muy pequeña sabía que era adoptada. "Al comenzar el colegio y para evitar los comentarios de sus compañeros de clase hablamos con ella". La capacidad de adaptación fue sorprendente comparándola con otros niños chinos que vinieron con ella a España.
Otras familias, como es el caso de Charo Cruz y su marido que ya adoptaron una niña china, han notado esta demora en la segunda fase del procedimiento. Charo asegura que está en proceso de su segunda hija china y que está tardando mucho más que el de su anterior hija Lu, que ya tiene seis años. Charo afirma que "se nota que China ha dedicando mucho tiempo a las Olimpiadas y se está olvidando de los expedientes".
Quizá por las demoras que se dan en el país de Oriente, Rusia se ha convertido en uno de los destinos preferentes para adoptar a menores extranjeros. Inocencio asegura que algunas familias que están adoptando ahora les han comentado que el gobierno chino "obliga a los padres a tener estudios superiores y una salud estable sin trasplantes ni sobrepeso, entre los requisitos". Estas medidas sorprenden a Inocencio y a su esposa, que tuvieron que superar un certificado de idoneidad pero que en nada se le parecía a las trabas impuestas por el gobierno chino en la actualidad.
La alegría de Marina y su gran adaptación ponen en evidencia lo beneficioso de las llegadas de estos niños adoptados a las familias. Inocencio asegura que en su viaje pudo comprobar cómo estaban las pequeñas allí. Emocionado explica que está "orgulloso y contento de poder disfrutar de mi hija". Muchas familias esperan que tras la fiebre deportiva en China se agilicen los trámites para que muchos niños aprendan a hablar, como Marina, el andaluz sin problemas.
Fuente: http://www.diariodejerez.es/article/jerez/223434/ninos/chinos/hablan/andaluz.html
Inocencio Montero posa con su hija Marina, de seis años, en su estudio de fotografía después de la entrevista.
¿Hablar andaluz con rasgos asiáticos? Desde hace tiempo son muchas las familias jerezanas que gozan de la compañía de niños chinos adoptados. Otras se encuentran en proceso para poder disfrutar de ellos. Para Inocencio Montero y su mujer, la llegada de Marina a sus vidas fue un halo de alegría. "El proceso no fue tan largo como es ahora. Marina llegó con ocho meses de edad y su adaptación fue muy rápida", explican.
Todo proceso de adopción consta de dos fases. En la primera fase se hace una selección que depende de las diferentes comunidades autónomas del país. Fulgencio Arias, de 34 años y en proceso de adopción, asegura en este sentido que "en León en la primera parte se adquiere el certificado de idoneidad antes que en Andalucía. En concreto en Cádiz, los matrimonios que se encuentran en este periodo tienen hasta que hacer un curso de formación".
La segunda fase de adopción se da en el país de origen de cada niño. En este caso China, con la dedicación a las Olimpiadas de Pekín 2008 y el convenio con más de 17 países, hace que lo que antes suponía un año de espera, este año se haya ralentizado más. "Nosotros tuvimos la suerte de que Marina vino rápida, para mi mujer duró poco más del tiempo de un parto", comenta Inocencio Montero. Sin embargo, otros matrimonios, como es el caso de Fulgencio Arias y su mujer, afirman que ahora la segunda fase del procedimiento es mucho más lenta, cada mes se conocen asignaciones que realiza China y "hay meses que se han avanzado sólo tres o siete días de expediente". Fulgencio Arias y su mujer esperan que por fin su hija esté para el año que viene aunque aún no saben la fecha exacta.
Los motivos por los que Inocencio y su esposa decidieron ir a buscar a la pequeña Marina no fue como la mayoría de los matrimonios. Según Inocencio, "nosotros teníamos ya un hijo biológico pero sabíamos de la necesidad de estos países y en concreto el caso de las niñas en China". Cuando la gente suele alabarle por la calle Inocencio dice que a quien hay que elogiar son a estos niños por "llenar de alegría los hogares españoles". En el caso de esta familia, Marina desde muy pequeña sabía que era adoptada. "Al comenzar el colegio y para evitar los comentarios de sus compañeros de clase hablamos con ella". La capacidad de adaptación fue sorprendente comparándola con otros niños chinos que vinieron con ella a España.
Otras familias, como es el caso de Charo Cruz y su marido que ya adoptaron una niña china, han notado esta demora en la segunda fase del procedimiento. Charo asegura que está en proceso de su segunda hija china y que está tardando mucho más que el de su anterior hija Lu, que ya tiene seis años. Charo afirma que "se nota que China ha dedicando mucho tiempo a las Olimpiadas y se está olvidando de los expedientes".
Quizá por las demoras que se dan en el país de Oriente, Rusia se ha convertido en uno de los destinos preferentes para adoptar a menores extranjeros. Inocencio asegura que algunas familias que están adoptando ahora les han comentado que el gobierno chino "obliga a los padres a tener estudios superiores y una salud estable sin trasplantes ni sobrepeso, entre los requisitos". Estas medidas sorprenden a Inocencio y a su esposa, que tuvieron que superar un certificado de idoneidad pero que en nada se le parecía a las trabas impuestas por el gobierno chino en la actualidad.
La alegría de Marina y su gran adaptación ponen en evidencia lo beneficioso de las llegadas de estos niños adoptados a las familias. Inocencio asegura que en su viaje pudo comprobar cómo estaban las pequeñas allí. Emocionado explica que está "orgulloso y contento de poder disfrutar de mi hija". Muchas familias esperan que tras la fiebre deportiva en China se agilicen los trámites para que muchos niños aprendan a hablar, como Marina, el andaluz sin problemas.
Fuente: http://www.diariodejerez.es/article/jerez/223434/ninos/chinos/hablan/andaluz.html
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