Este reportaje es extraído de un blog maravilloso que acabo de conocer. Para ir al blog AQUÍ.
Fotografía de Jason
Fotografía de Jason
Fotografia de Jason
“Es obvio que la adopción no borra el pasado y, por más que signifique una trascendental discontinuidad en la historia vital de los adoptados, los progresos que se hagan en la nueva familia se harán desde el punto de partida en que habían sido dejados por la trayectoria vital anterior. Quienes adoptan albergan con frecuencia la ilusión de que la adopción pone a cero el contador vital del adoptado, que su vida empieza de nuevo. Pero ni la biología ni la psicología humana están hechas de un material que permitan el borrón y cuenta nueva.”
E. Arranz, A. Olivia coord. Desarrollo psicológico en las nuevas estructuras familiares.- Ed. Pirámide 2010.
Fotografía de Jason
¿Cómo ha sido la vida de mi hijo hasta que llegó a mi? ¿Cuáles han sido sus experiencias? Estas eran preguntas que me hacía a menudo cuando llegó mi niña. Con toda su buena voluntad mis amigos me sermoneaban y se empeñaban en que pensar sobre esto era una manera de sufrir en balde. Lo importante es que ahora está aquí. Lo pasado, pasado está.
Pero ¿cómo voy a poder entender a mi hija si no sé que le lleva a reaccionar así o asá? Tengo que saber para entender y poder actuar.
Fotografía de Jason
A mi hija le debo un respeto. No puedo actuar con mi niña como con mis sobrinas, ni puedo esperar de ella lo que se espera de un niño de la misma edad que ha vivido con su familia biológica desde que nació. Estas cosas y otras muchas gritaba a los cuatro vientos.
Por supuesto que pensar en posibles deficiencias era tema tabú. Eran malos pensamientos que había que alejar
Fotografia de Jason
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