Mérida.- Unos 30 niños en situación de desamparo y tutelados por la Junta esperan actualmente en la región a ser acogidos temporalmente por una familia, hasta que se solucionen los problemas que obligan a sus padres a no poder hacerse cargo de ellos.
Unos 30 niños en situación de desamparo y tutelados por la Junta esperan actualmente en la región a ser acogidos temporalmente por una familia, hasta que se solucionen los problemas que obligan a sus padres a no poder hacerse cargo de ellos. EFE/Archivo
Este dato ha sido facilitado por la directora general de Infancia y Familia, Nuria Sánchez Villa, en el acto en el que la consejera de Igualdad y Empleo, Pilar Lucio, ha dado a conocer la campaña publicitaria que hoy se pone en marcha para fomentar el acogimiento de menores y dar a conocer a la sociedad extremeña la existencia de esta figura de protección para niños y adolescentes residentes temporalmente en centros de menores de la región.
Según los datos facilitados por la Consejería, actualmente en Extremadura hay un total de 831 niños en el sistema de protección de menores, de los que 335 están en acogimiento, 307 con parientes, en lo que se denomina como familia extensa, y 27 en familias ajenas a la suya.
El resto de los niños tutelados por la Junta se encuentran en centros residenciales, 330 de ellos en centros propios de la Administración extremeña; 99, en pisos tutelados, 27, en centros especializados de fuera de la región; y 37 como autónomos o en régimen de semiautónomos.
Del total de estos menores institucionalizados, en la actualidad unos 30 "no tienen ninguna familia a la vista" para poder ser acogidos, por lo que serán los más beneficiados de esta campaña, según Nuria Sánchez.
Por su parte, Pilar Lucio se ha mostrado convencida de la receptividad de las familias este programa, si lo conociesen en profundidad, ya que la sociedad extremeña, ha recordado, ha dado sobradas muestras de solidaridad.
Por ello, ha destacado la importancia de esta campaña para captar a familias acogedoras, que puedan proporcionar temporalmente a estos niños su "protección, su educación y su cariño" y que contarán en todo momento con el apoyo de profesionales.
Se trata, según ha explicado, de una medida de protección por la que el niño o adolescente se integra en una familia ajena con la finalidad de proporcionarle un ambiente familiar normalizado que garantice una atención adecuada, cubra sus necesidades y salvaguarde sus derechos.
Además del apoyo de los profesionales de la Junta de Extremadura, el programa contempla encuentros periódicos semanales del menor con su familia biológica para no perder el contacto y retornar a ella en cuanto la situación de dificultad se supere.
En ese sentido, tanto Lucio como Sánchez han destacado la incidencia que se hace a las familias de acogida de que se trata de una situación temporal y de que los menores retornarán con sus padres en cuanto éstos resuelvan sus problemas, para lo que contarán también con el apoyo de la Administración.
La directora general de Infancia y Familia ha destacado que "cada niño es un mundo", por lo que en este proceso de acogimiento familiar se trabaja de manera personalizada con los propios menores y con sus familias biológicas para determinar si es factible aplicar esta figura y para elegir a la familia de acogida más idónea.
Nuria Sánchez ha explicado que aunque se pueden acoger a esta figura los bebés desde su nacimiento, lo más habitual es que sean niños mayores los que se encuentran en esta situación y en especial los de entre 10 y 15 años son los presentan mayores dificultades para ser acogidos.
Sánchez ha explicado que el proceso de valoración de las familias que deseen acoger es "mucho más relajado" que en el caso de una adopción legal y, en ese sentido, se valora especialmente que no tengan voluntad de adoptar y que preferiblemente se trate de familias con hijos.
Se elige a las familias que mejor se adaptan a la situación del menor, que en el caso de acogimiento sigue tutelado por la Junta de Extremadura, por lo que es la Administración la que corre con sus gastos y además de otorgar a los padres de acogida una ayuda mensual de 130 euros.
La mayoría de los menores llegan a esta situación de desamparo por problemas de salud de sus padres, mayoritariamente relacionados con las adicciones, y la idea, según Nuria Sánchez, es que "estén el menos tiempo posible" con su familia de acogida, aunque eso dependerá de que se solucionen los problemas en su familia biológica.
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En breve pondre ese hermoso premio que me has concedido. MUCHAS GRACIAS un saludo