El gigante asiático podría dar marcha atrás con la política de un hijo por familia por razones puramente demográficas: el decrecimiento de la población joven podría tener consecuencias nefastas para su economía. La política que hace 30 años permitió al país crecer a costa de limitar los nacimientos, hoy puede ser su condena ya que en breve habrá muchos más ancianos que personas en edad de trabajar. Lo irónico es que ahora, por más que se les permita, la mayoría de los chinos no muestra el menor interés en tener más de un hijo.
La política de un solo hijo instaurada hace más de 30 años en China le permitió al país crecer económicamente pero fue una medida pagada con sangre. En breve podría ser anulada, ¿pero quieren los chinos tener más hijos?
Cuando se le pregunta por qué ella y su marido no tienen un segundo hijo, Shi Xiaomei sonríe mientras mira hacia su niño de nueve años y explica que el presupuesto familiar no da para más. Su sueldo como empleada de limpieza apenas alcanza para los gastos del mes.
"Con un niño, podemos darle algunas cosas lindas. Pero si lo que tenemos hubiera que dividirlo entre dos o tres, no les quedaría nada", asegura la mujer de 34 años en su casa de Dafeng, una localidad rural, bastante próspera, unos 300 kilómetros al norte de Shanghai.
Por años, China controló su explosivo crecimiento poblacional con una odiada política de un niño por pareja, que en sus peores momentos dio lugar a abortos forzados, esterilizaciones e incluso infanticidios. Esa política, no obstante, podría ser anulada pues algunos demógrafos dicen que China enfrenta el problema contrario: ahora no tiene suficientes bebés.
Si bien hay una exención poco conocida que permite a una pareja tener un segundo hijo si tanto él como ella son hijos únicos, casi nadie la aprovecha.
"¿Quién quiere tener otro hijo? Eso es meterse en problemas", afirma Huang Xiaochen, de 28 años, madre de un varoncito de un año. "Los chicos están corriendo de aquí para allí todo el tiempo", dijo su marido Zhu Yingzhun señalando hacia la puerta de entrada, que generalmente está abierta. "No necesita hermanitos para tener con quién jugar".
Oficialmente, el gobierno mantiene la política de un solo hijo. Pero encargó estudios de lo que sucedería si se anulara esa política. Y se da por descontado que, de un modo u otro, las autoridades relajarán las restricciones que impiden tener más de un hijo.
Cuesta creer que el país más poblado del mundo, con 1.300 millones de habitantes, pueda tener escasez de población. Lo que preocupa no es la cantidad de habitantes en sí, sino las proyecciones que indican que dentro de 15 años no habrá suficiente cantidad de gente joven para sostener a los ancianos.
Si ello sucede, China podría ver afectado su fenomenal crecimiento económico, ya que tendría que derivar muchos de sus recursos a la atención de los mayores. Habría menos dinero para inversión y aumentarían las tasas de interés. Y a medida que disminuye la fuerza laboral, aumentarían los sueldos, llevando a la quiebra a muchas empresas.
¿OTRO HIJO? NO, GRACIAS...
En un estudio de 18.638 mujeres de Dafeng y otros seis condados de la provincia de Jiangsu, el 69% de las mujeres en edad de concebir dijeron que tendrían un solo hijo y que la situación económica es la razón por la que no quieren más. El estudio fue hecho por la Academia China de Ciencias Sociales.
"Ya no hace falta un control gubernamental para mantener baja la fertilidad", expresó Zheng Zhenzhen, quien dirigió el estudio, en un artículo publicado en noviembre por la revista Estudios de la Población Asiática. "Una relajación cuidadosamente planificada de la política de planificación familiar difícilmente dé lugar a un gran crecimiento de la población".
El tamaño de las familias decreció en forma notable desde la década de 1970, en que las mujeres chinas tenían un promedio de cinco a seis hijos. Hoy la tasa de fertilidad es de 1,5 hijos por mujer. La mayoría de las familias tienen uno, pero en ciertos casos se permiten excepciones, como cuando se trata de minorías étnicas o cuando el único hijo de una familia campesina es mujer.
Si se mantiene la actual tasa de fertilidad, la población china llegará a los 1.400 millones de habitantes en el 2026 y luego comenzará a decrecer, según cálculos de la Oficina del Censo estadounidense. Hacia finales del siglo, podría ser de apenas 750 millones, casi la mitad, de acuerdo con un modelo diseñado por Wang Feng, demógrafo de la Universidad de California de Irvine.
Wang dijo que la política de contener el crecimiento poblacional tiene consecuencias peligrosas.
En apenas diez años, la población de 20 a 24 años será la mitad de la actual, que es de 124 millones. Esa merma podría afectar la competitividad económica de China y provocar un aumento de sueldos.
En el mismo período, la población de personas de más de 60 años aumentaría del 12% al 17%.
Otra preocupación es el exceso de hombres.
Desde que llegaron las ecografías en los años 90, muchos padres optaron por un aborto si se enteraban que esperaban una niña.
Varios expertos dicen que China puede llegar a tener una generación de hombres que no encuentran esposa.
Hay quienes dicen que hay que mantener el límite de un niño por pareja.
Li Xiaoping, investigador de la Academia China de Ciencias Sociales, opina que la declinación poblacional es algo conveniente, que ayudará a combatir la escasez de alimentos y agua, y a contener la contaminación. Li sostiene que lo que debe hacer el gobierno es encontrar formas de mejorar el nivel de ingresos de la reducida fuerza laboral.
El Partido Comunista instituyó la política de un hijo por pareja hace 30 años, en una época en la que controlaba todos los aspectos de la vida de la gente: dónde vivían y trabajaban, con quién y cuándo se casaban y cuántos hijos podían tener.
Esto permitió sacar de la pobreza a millones de personas, evitando el nacimiento de unos 400 millones de bebés. El costo de esta política fue alto. Se multaba a las familias que violaban la norma y muchas personas perdieron sus casas o sus trabajos.
Muchas mujeres fueron obligadas a abortar o fueron esterilizadas, un tema que fue explorado por el escritor Mo Yan.
"Sí, nuestro bajo crecimiento poblacional generó prosperidad económica. Pero, no hace falta decirlo, pagamos un precio muy alto", expresó Mo. "Por donde se lo mire, ha sido una tragedia".
Fuente: http://observadorglobal.com/china-mas-de-un-hijo-n7952.html
La política de un solo hijo instaurada hace más de 30 años en China le permitió al país crecer económicamente pero fue una medida pagada con sangre. En breve podría ser anulada, ¿pero quieren los chinos tener más hijos?
Cuando se le pregunta por qué ella y su marido no tienen un segundo hijo, Shi Xiaomei sonríe mientras mira hacia su niño de nueve años y explica que el presupuesto familiar no da para más. Su sueldo como empleada de limpieza apenas alcanza para los gastos del mes.
"Con un niño, podemos darle algunas cosas lindas. Pero si lo que tenemos hubiera que dividirlo entre dos o tres, no les quedaría nada", asegura la mujer de 34 años en su casa de Dafeng, una localidad rural, bastante próspera, unos 300 kilómetros al norte de Shanghai.
Por años, China controló su explosivo crecimiento poblacional con una odiada política de un niño por pareja, que en sus peores momentos dio lugar a abortos forzados, esterilizaciones e incluso infanticidios. Esa política, no obstante, podría ser anulada pues algunos demógrafos dicen que China enfrenta el problema contrario: ahora no tiene suficientes bebés.
Si bien hay una exención poco conocida que permite a una pareja tener un segundo hijo si tanto él como ella son hijos únicos, casi nadie la aprovecha.
"¿Quién quiere tener otro hijo? Eso es meterse en problemas", afirma Huang Xiaochen, de 28 años, madre de un varoncito de un año. "Los chicos están corriendo de aquí para allí todo el tiempo", dijo su marido Zhu Yingzhun señalando hacia la puerta de entrada, que generalmente está abierta. "No necesita hermanitos para tener con quién jugar".
Oficialmente, el gobierno mantiene la política de un solo hijo. Pero encargó estudios de lo que sucedería si se anulara esa política. Y se da por descontado que, de un modo u otro, las autoridades relajarán las restricciones que impiden tener más de un hijo.
Cuesta creer que el país más poblado del mundo, con 1.300 millones de habitantes, pueda tener escasez de población. Lo que preocupa no es la cantidad de habitantes en sí, sino las proyecciones que indican que dentro de 15 años no habrá suficiente cantidad de gente joven para sostener a los ancianos.
Si ello sucede, China podría ver afectado su fenomenal crecimiento económico, ya que tendría que derivar muchos de sus recursos a la atención de los mayores. Habría menos dinero para inversión y aumentarían las tasas de interés. Y a medida que disminuye la fuerza laboral, aumentarían los sueldos, llevando a la quiebra a muchas empresas.
¿OTRO HIJO? NO, GRACIAS...
En un estudio de 18.638 mujeres de Dafeng y otros seis condados de la provincia de Jiangsu, el 69% de las mujeres en edad de concebir dijeron que tendrían un solo hijo y que la situación económica es la razón por la que no quieren más. El estudio fue hecho por la Academia China de Ciencias Sociales.
"Ya no hace falta un control gubernamental para mantener baja la fertilidad", expresó Zheng Zhenzhen, quien dirigió el estudio, en un artículo publicado en noviembre por la revista Estudios de la Población Asiática. "Una relajación cuidadosamente planificada de la política de planificación familiar difícilmente dé lugar a un gran crecimiento de la población".
El tamaño de las familias decreció en forma notable desde la década de 1970, en que las mujeres chinas tenían un promedio de cinco a seis hijos. Hoy la tasa de fertilidad es de 1,5 hijos por mujer. La mayoría de las familias tienen uno, pero en ciertos casos se permiten excepciones, como cuando se trata de minorías étnicas o cuando el único hijo de una familia campesina es mujer.
Si se mantiene la actual tasa de fertilidad, la población china llegará a los 1.400 millones de habitantes en el 2026 y luego comenzará a decrecer, según cálculos de la Oficina del Censo estadounidense. Hacia finales del siglo, podría ser de apenas 750 millones, casi la mitad, de acuerdo con un modelo diseñado por Wang Feng, demógrafo de la Universidad de California de Irvine.
Wang dijo que la política de contener el crecimiento poblacional tiene consecuencias peligrosas.
En apenas diez años, la población de 20 a 24 años será la mitad de la actual, que es de 124 millones. Esa merma podría afectar la competitividad económica de China y provocar un aumento de sueldos.
En el mismo período, la población de personas de más de 60 años aumentaría del 12% al 17%.
Otra preocupación es el exceso de hombres.
Desde que llegaron las ecografías en los años 90, muchos padres optaron por un aborto si se enteraban que esperaban una niña.
Varios expertos dicen que China puede llegar a tener una generación de hombres que no encuentran esposa.
Hay quienes dicen que hay que mantener el límite de un niño por pareja.
Li Xiaoping, investigador de la Academia China de Ciencias Sociales, opina que la declinación poblacional es algo conveniente, que ayudará a combatir la escasez de alimentos y agua, y a contener la contaminación. Li sostiene que lo que debe hacer el gobierno es encontrar formas de mejorar el nivel de ingresos de la reducida fuerza laboral.
El Partido Comunista instituyó la política de un hijo por pareja hace 30 años, en una época en la que controlaba todos los aspectos de la vida de la gente: dónde vivían y trabajaban, con quién y cuándo se casaban y cuántos hijos podían tener.
Esto permitió sacar de la pobreza a millones de personas, evitando el nacimiento de unos 400 millones de bebés. El costo de esta política fue alto. Se multaba a las familias que violaban la norma y muchas personas perdieron sus casas o sus trabajos.
Muchas mujeres fueron obligadas a abortar o fueron esterilizadas, un tema que fue explorado por el escritor Mo Yan.
"Sí, nuestro bajo crecimiento poblacional generó prosperidad económica. Pero, no hace falta decirlo, pagamos un precio muy alto", expresó Mo. "Por donde se lo mire, ha sido una tragedia".
Fuente: http://observadorglobal.com/china-mas-de-un-hijo-n7952.html
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