A los padres les decían que los bebés habían muerto. Los vendían por 250.000 pesetas.
Un reportaje del periódico ‘La opinión de Tenerife’ desvela que Ceuta podría haber sido el destino de algunos niños adoptados de forma ilegal -la periodista que hizo el artículo habla de venta de pequeños e incluso de adopciones clandestinas- a través de unos centros sanitarios de la Línea de la Concepción entre 1960 y los años ochenta. Actualmente la Fiscalía de Cádiz está investigando diez casos que se dieron en la citado ciudad y se cree que el destino de los pequeños podría haber sido Barcelona, Madrid, Bilbao y Ceuta, donde algunas familias pudientes se habrían hecho cargo de los niños.Esta trama se ha desvelado a raíz de que un fotógrafo gaditano tuvo que abrir el nicho en el que estaba su hijo, por unas reformas en el cementerio, y se encontró con una caja vacía.
En los acontecimientos que se investigan en Cádiz hay muchos puntos en común con lo que sucedió en la tristemente famosa clínica San Ramón de Madrid. En ese centro sanitario, y después se ha sabido que en muchos más de toda España, se robaban bebés para darlos en adopción de forma ilegal. El modus operandi era siempre el mismo: a las madres las sedaban durante el parto y cuando despertaban les mentían diciendo que sus hijos habían muerto, mostrándoles incluso alguno de los cadáveres que guardaban en el congelador.
En los diez casos que se han sabido hasta ahora, el patrón de familia es el mismo: matrimonios humildes, que habían emigrado de otras regiones de España y no tenían un soporte familiar o social en la ciudad. Sólo hay un caso que rompe esta regla. Los primeros bebés que se sospecha que pudieron ser vendidos nacieron en los 60. Todos los casos de La Línea se dieron en hospitales y clínicas en las que trabajaban los mismos ginecólogos. Uno de ellos ya falleció y el otro ha negado que trabajara en esos centros.
La triste conclusión es que entre 1960 y 1980 una mujer podía ir a dar a luz a una clínica y salir pensando que su bebé había muerto, mientras otra que había entrado con una barriga postiza y 250.000 pesetas se llevaba al crío y los papeles que certificaban que era su madre biológica. Se cree que los bebés robados se vendían a 250.000 pesetas, un alto precio para la época.
Fuente: http://www.elfarodigital.es/ceuta/sucesos/11511-un-reportaje-senala-a-ceuta-como-destino-de-unas-adopciones-ilegales.html
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